El personal de la Policía Bonaerense comenzó a reunirse en las distintas departamentales con el fin de “unificar criterios ante los bajos sueldos que perciben los agentes. En pocas horas, las Jefaturas de La Matanza, San Martín, Pilar, Junín y Quilmes, entre otras, iniciaron una serie de reuniones y se espera para el día jueves un posible acuartelamiento con brazos caídos.
Así lo señalaron fuentes de la propia fuerza. El reclamo se basa en que, hoy, un policía con 20 años gana tres mil pesos y debe completar su jornada con horascores y adicionales para sobrevivir, por lo que tiene poco tiempo de descanso y “se vuelve más vulnerable a los delincuentes”.
Esto, sostienen desde la Bonaerense, “sumado a la cantidad de policías que pasaron a la Policía Metropolitana”, donde cobran el doble. “Esto generó un grado mayor de inseguridad en la Provincia”, indicaron voceros de la protesta.
Este sábado comenzó a verse un listado de ascensos que generó un mayor conflicto en la fuerza: según indicaron las fuentes, sólo fue elevado de rango el personal vinculado a las altas esferas policiales y “muchos quedaron afuera”.
De todas maneras, lo que terminó de dar forma a la planificación del nuevo acuartelamiento fue no encontrar en los sueldos del personal el aumento prometido por el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal.
La posibilidad de un nuevo acuartelamiento de la Bonaerense se produce en momentos en que circulan fuertes versiones sobre el alejamiento de Casal del gobierno de Daniel Scioli y su posible reemplazo por Martín Arias Duval, que viene de la órbita nacional
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