ARGENTINA
Un renovado pedido de Justicia, a 10 años de la Masacre de Avellaneda
Organizaciones sociales marcharon al Puente Pueyrredón, donde realizaron el acto central por el aniversario de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Pidieron que la sentencia contra los policías condenados quede firme y reclamaron que se investiguen las responsabilidades políticas.
26/06/12
Hace 10 años, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán caían muertos a algunos pasos de distancia y con diferencia de minutos en la estación de trenes de Avellaneda. Habían sido víctimas de la salvaje represión policial que ese mediodía impidió a las organizaciones sociales subir al Puente Pueyrredón para manifestarse. Hoy, multiplicados por miles, integrantes de esas agrupaciones participaron allí del acto central en el que los organizadores reclamaron que la sentencia contra los policías quede firme y denunciaron que el Gobierno ?hizo todo para salvaguardar? la libertad del entonces presidente interino, Eduardo Duhalde.
La vigilia y el corte de la principal vía de unión entre el sur del Gran Buenos Aires y la Capital se iniciaron esta madrugada. Al ritmo de los redoblantes y detrás de sus respectivas banderas, las agrupaciones comenzaron a avanzar por Pavón desde la estación Avellaneda y desde allí subieron al puente, donde poco antes de las 14 se realizó el acto central que cerró con la lectura de un documento en el que las organizaciones repudiaron la falta de apertura de archivos de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) para buscar "pruebas" y avanzar sobre los "responsables políticos" de los crímenes, y recordaron que el juez Ariel Lijo, "puesto a dedo por (el fallecido presidente) Néstor Kirchner", ordenó archivar la causa iniciada en 2002 para "investigar las responsabilidades políticas de la 'masacre'".
De la movilización participaron el Frente Popular Darío Santillán, el Movimiento Teresa Rodríguez, el MTR, el MTD Aníbal Verón, el Polo Obrero y el Movimiento Popular La Dignidad, entre otras agrupaciones, que reclamaron también "cárcel efectiva para los responsables materiales y autores intelectuales del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán".
A diez años de los homicidios, la sentencia contra los policías condenados fue apelada ante la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires. Por las muertes de Maximiliano y Darío, y por otros siete intentos de homicidios, un tribunal de Lomas de Zamora condenó al ex comisario Alfredo Franchiotti y a su ex chofer, el cabo Alejandro Acosta. La falta de sentencia firme permitió que Franchiotti sea trasladado recientemente a una cárcel en la que los internos gozan de salidas transitorias.
El asesino Franchiotti, fusil en mano.
?Nos pagan de esta manera, cambiando de cárcel a los cobardes que mataron a Darío y a Maxi. Los pasan a un régimen abierto, que quiere decir que usan la cárcel para ir a dormir, durante el día no están. Fui a ver el lugar en el que está este sujeto Franchiotti, y la indignación, la bronca y la impotencia aumentan porque eso no es una cárcel: no hay muros, hay una tranquera para entrar, es un gran country. Así nos paga la Justicia. Nadie hace nada?, se quejó en diálogo con Clarín.com Alberto Santillán, el papá de Darío.
"Hace 10 años venimos señalando a los responsables políticos como Duhalde, Solá, Atanasoff, a los cuales la Justicia, que en este caso sería el juez Lijo, termina archivando la causa que nosotros veníamos pidiendo contra Duhalde?, añadió.
En lo personal, lo embarga ?el orgullo de ser el padre de Darío, ver que por todo aquello que luchaba hoy se multiplica?. Ese es el mejor legado que Dari pudo habernos dejado, el ejemplo de su lucha. El ejemplo de cómo llevar hasta última instancia lo que él pregonaba en su corta pero intensa vida?.
Las actividades para recordar a Kosteki y Santillán comenzaron ayer, pasado el mediodía. La mano hacia provincia de la ex Avenida Pavón estuvo cortada y con actividades desde las 14. Hasta el lugar se acercaron familiares de otras víctimas de casos similares, como por ejemplo los de Mariano Ferreyra, muerto en 2010 a manos de una patota ferroviaria; el juicio contra sus presuntos asesinos comenzará en agosto.
Por la noche se realizó una marcha de antorchas desde la estación Avellaneda hasta la base del puente, por la ex avenida Pavón. Allí caía muerto hace exactamente diez años Kosteki. Santillán fue matado a quemarropa en la estación de Avellaneda, ahora rebautizada con sus nombres: Maxi y Darío
?Seguimos honrando a nuestros caídos?
Escenario sobre la avenida Pavón dónde se llevó a cabo el festival a 10 años de la Masacre de Avellaneda. Crédito: Lucía de la Torre
A diez años del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki un conjunto de organizaciones sociales y políticas organizaron un festival que terminó con la tradicional marcha de antorchas durante la tarde y noche de ayer.
Los últimos días se vivieron con indignación. El ex comisario de la bonaerense Alfredo Fanchiotti, condenado a cadena perpetua por el asesinato de los dos piqueteros en el año 2002, fue trasladado al penal de Baradero a pocos días de cumplirse una década de la Masacre de Avellaneda, lo que fue interpretado por familiares y compañeros como una provocación. El penal de Baradero cuenta con comodidades notables y con un régimen abierto pensado para reclusos prontos a reinsertarse en la sociedad. Por esa razón el jueves pasado una caravana partió hacia esa ciudad para denunciar la situación y entrevistarse con el intendente a efectos de tomar cartas en el asunto.
Ese clima de indignación estuvo presente ayer en los alrededores de la Estación Darío y Maxi del Ferrocarril Roca (ex estación Avellaneda), donde en dos escenarios y ante más de 4000 personas, se realizó un festival en recuerdo de los dos militantes asesinados. Desde temprano pasaron por el escenario familiares de asesinados por el gatillo fácil policial, por la represión de las fuerzas de seguridad o por la violencia patronal, junto con artistas y bandas musicales que se solidarizaron con el homenaje y recordaron a su manera a los dos caídos.
Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga , quien fue desaparecido por la policía bonaerense en la localidad de Lomas del Mirador el 31 de enero de 2009, fue una de las oradoras. Vanesa denunció la impunidad de la que gozan los policías acusados de haber participado en la desaparición de su hermano, quienes aún continúan activos en la fuerza. María Angélica, la madre de Kiki Lezcano, asesinado por agentes de la Policía Federal, pronunció emocionadas palabras rememorando su lucha por justicia para su hijo. Por otro lado Alberto Rodríguez, cuñado del maestro Carlos Fuentealba asesinado en la provincia de Neuquén durante una protesta, denunció que su asesino ya condenado, José Darío Poblete, fue fotografiado paseando por el centro de Zapala. Identificó que los casos de Fanchiotti y Poblete responden a una misma matriz de impunidad y complicidad y recordó el ejemplo que significó la lucha por justicia para Darío y Maxi, particularmente el intento de que paguen los responsables políticos de la Masacre aún impunes, y muchos de ellos ocupando puestos de primer orden del poder político. También estuvieron presentes familiares de los asesinados durante la represión de la toma del Parque Indoamericano en la Ciudad de Buenos Aires, del Pocho Lepratti en diciembre de 2001, de los tres militantes del Frente Popular Darío Santillán asesinados en enero en la ciudad de Rosario, de Mariano Ferreyra y compañeros de Cristian Ferreyra, el militante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero, muerto por sicarios de un empresario sojero, entre otros casos. Finalmente Alberto Santillán, padre de Darío, afirmó que ?ante las provocaciones continuamos luchando por justicia y seguimos honrando a nuestros caídos?. De manera contundente, volvió a exigir el castigo a todos los responsables políticos de la masacre y reivindicó la lucha y el compromiso de su hijo.
Por otro lado, Darío Moreno, miembro de la asamblea contra la megaminería de Tinogasta, que sostiene desde el verano un bloqueo selectivo a los camiones que abastecen a la minera La Alumbrera, tomó la palabra también y exhortó al públicó a acompañar la lucha contra las grandes empresas transnacionales que saquean y contaminan nuestro país.
También Salvador Zúniga, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), recordó que se cumplen estos días tres años del golpe de Estado perpetrado en su país por fuerzas que representan a la oligarquía apoyadas por el imperialismo norteamericano, y afirmó que la lucha y la resistencia continúan en su país. A su vez, Diosnel Pérez, referente del Frente Popular Darío Santillán, se refirió al reciente golpe de Estado en su Paraguay natal, y convocó a manifestarse en acciones de solidaridad y denuncia del accionar de los terratenientes guaraníes.
Antes del esperado cierre de Raly Barrionuevo y de Nonpalidece, que se sumaron al festival, un conjunto de organizaciones nucleadas en el llamado ?espacio 20 de diciembre? leyeron un documento de adhesión al acto donde plantearon que ?en un momento político en el que las luchas de los trabajadores son judicializadas y criminalizadas; las organizaciones populares seguimos reclamando justicia, construyendo poder popular y gestando un nuevo proyecto de país, sin hambre, sin saqueo ni explotación.?
Bien entrada la noche, un mar de antorchas recorrió las cuadras que llevan a la subida del Puente Pueyrredón, en un final emotivo para este homenaje al compromiso de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. La fuerza de su ejemplo, llamado a multiplicarse, y la contundencia de su lucha, continuada por miles, confirman el eslogan del acto: ?Darío y Maxi no están solos?.
Después de pasar la noche acampando en la base del Puente, este martes por la mañana se realizó un acto en el Puente, en el que confluyeron múltiples organizaciones populares y de izquierda. (ver nota de arriba)
Un renovado pedido de Justicia, a 10 años de la Masacre de Avellaneda
Organizaciones sociales marcharon al Puente Pueyrredón, donde realizaron el acto central por el aniversario de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Pidieron que la sentencia contra los policías condenados quede firme y reclamaron que se investiguen las responsabilidades políticas.
26/06/12
Hace 10 años, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán caían muertos a algunos pasos de distancia y con diferencia de minutos en la estación de trenes de Avellaneda. Habían sido víctimas de la salvaje represión policial que ese mediodía impidió a las organizaciones sociales subir al Puente Pueyrredón para manifestarse. Hoy, multiplicados por miles, integrantes de esas agrupaciones participaron allí del acto central en el que los organizadores reclamaron que la sentencia contra los policías quede firme y denunciaron que el Gobierno ?hizo todo para salvaguardar? la libertad del entonces presidente interino, Eduardo Duhalde.
La vigilia y el corte de la principal vía de unión entre el sur del Gran Buenos Aires y la Capital se iniciaron esta madrugada. Al ritmo de los redoblantes y detrás de sus respectivas banderas, las agrupaciones comenzaron a avanzar por Pavón desde la estación Avellaneda y desde allí subieron al puente, donde poco antes de las 14 se realizó el acto central que cerró con la lectura de un documento en el que las organizaciones repudiaron la falta de apertura de archivos de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) para buscar "pruebas" y avanzar sobre los "responsables políticos" de los crímenes, y recordaron que el juez Ariel Lijo, "puesto a dedo por (el fallecido presidente) Néstor Kirchner", ordenó archivar la causa iniciada en 2002 para "investigar las responsabilidades políticas de la 'masacre'".
De la movilización participaron el Frente Popular Darío Santillán, el Movimiento Teresa Rodríguez, el MTR, el MTD Aníbal Verón, el Polo Obrero y el Movimiento Popular La Dignidad, entre otras agrupaciones, que reclamaron también "cárcel efectiva para los responsables materiales y autores intelectuales del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán".
A diez años de los homicidios, la sentencia contra los policías condenados fue apelada ante la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires. Por las muertes de Maximiliano y Darío, y por otros siete intentos de homicidios, un tribunal de Lomas de Zamora condenó al ex comisario Alfredo Franchiotti y a su ex chofer, el cabo Alejandro Acosta. La falta de sentencia firme permitió que Franchiotti sea trasladado recientemente a una cárcel en la que los internos gozan de salidas transitorias.
El asesino Franchiotti, fusil en mano.
?Nos pagan de esta manera, cambiando de cárcel a los cobardes que mataron a Darío y a Maxi. Los pasan a un régimen abierto, que quiere decir que usan la cárcel para ir a dormir, durante el día no están. Fui a ver el lugar en el que está este sujeto Franchiotti, y la indignación, la bronca y la impotencia aumentan porque eso no es una cárcel: no hay muros, hay una tranquera para entrar, es un gran country. Así nos paga la Justicia. Nadie hace nada?, se quejó en diálogo con Clarín.com Alberto Santillán, el papá de Darío.
"Hace 10 años venimos señalando a los responsables políticos como Duhalde, Solá, Atanasoff, a los cuales la Justicia, que en este caso sería el juez Lijo, termina archivando la causa que nosotros veníamos pidiendo contra Duhalde?, añadió.
En lo personal, lo embarga ?el orgullo de ser el padre de Darío, ver que por todo aquello que luchaba hoy se multiplica?. Ese es el mejor legado que Dari pudo habernos dejado, el ejemplo de su lucha. El ejemplo de cómo llevar hasta última instancia lo que él pregonaba en su corta pero intensa vida?.
Las actividades para recordar a Kosteki y Santillán comenzaron ayer, pasado el mediodía. La mano hacia provincia de la ex Avenida Pavón estuvo cortada y con actividades desde las 14. Hasta el lugar se acercaron familiares de otras víctimas de casos similares, como por ejemplo los de Mariano Ferreyra, muerto en 2010 a manos de una patota ferroviaria; el juicio contra sus presuntos asesinos comenzará en agosto.
Por la noche se realizó una marcha de antorchas desde la estación Avellaneda hasta la base del puente, por la ex avenida Pavón. Allí caía muerto hace exactamente diez años Kosteki. Santillán fue matado a quemarropa en la estación de Avellaneda, ahora rebautizada con sus nombres: Maxi y Darío
Escenario sobre la avenida Pavón dónde se llevó a cabo el festival a 10 años de la Masacre de Avellaneda. Crédito: Lucía de la Torre
A diez años del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki un conjunto de organizaciones sociales y políticas organizaron un festival que terminó con la tradicional marcha de antorchas durante la tarde y noche de ayer.
Los últimos días se vivieron con indignación. El ex comisario de la bonaerense Alfredo Fanchiotti, condenado a cadena perpetua por el asesinato de los dos piqueteros en el año 2002, fue trasladado al penal de Baradero a pocos días de cumplirse una década de la Masacre de Avellaneda, lo que fue interpretado por familiares y compañeros como una provocación. El penal de Baradero cuenta con comodidades notables y con un régimen abierto pensado para reclusos prontos a reinsertarse en la sociedad. Por esa razón el jueves pasado una caravana partió hacia esa ciudad para denunciar la situación y entrevistarse con el intendente a efectos de tomar cartas en el asunto.
Ese clima de indignación estuvo presente ayer en los alrededores de la Estación Darío y Maxi del Ferrocarril Roca (ex estación Avellaneda), donde en dos escenarios y ante más de 4000 personas, se realizó un festival en recuerdo de los dos militantes asesinados. Desde temprano pasaron por el escenario familiares de asesinados por el gatillo fácil policial, por la represión de las fuerzas de seguridad o por la violencia patronal, junto con artistas y bandas musicales que se solidarizaron con el homenaje y recordaron a su manera a los dos caídos.
Por otro lado, Darío Moreno, miembro de la asamblea contra la megaminería de Tinogasta, que sostiene desde el verano un bloqueo selectivo a los camiones que abastecen a la minera La Alumbrera, tomó la palabra también y exhortó al públicó a acompañar la lucha contra las grandes empresas transnacionales que saquean y contaminan nuestro país.
También Salvador Zúniga, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), recordó que se cumplen estos días tres años del golpe de Estado perpetrado en su país por fuerzas que representan a la oligarquía apoyadas por el imperialismo norteamericano, y afirmó que la lucha y la resistencia continúan en su país. A su vez, Diosnel Pérez, referente del Frente Popular Darío Santillán, se refirió al reciente golpe de Estado en su Paraguay natal, y convocó a manifestarse en acciones de solidaridad y denuncia del accionar de los terratenientes guaraníes.
Antes del esperado cierre de Raly Barrionuevo y de Nonpalidece, que se sumaron al festival, un conjunto de organizaciones nucleadas en el llamado ?espacio 20 de diciembre? leyeron un documento de adhesión al acto donde plantearon que ?en un momento político en el que las luchas de los trabajadores son judicializadas y criminalizadas; las organizaciones populares seguimos reclamando justicia, construyendo poder popular y gestando un nuevo proyecto de país, sin hambre, sin saqueo ni explotación.?
Bien entrada la noche, un mar de antorchas recorrió las cuadras que llevan a la subida del Puente Pueyrredón, en un final emotivo para este homenaje al compromiso de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. La fuerza de su ejemplo, llamado a multiplicarse, y la contundencia de su lucha, continuada por miles, confirman el eslogan del acto: ?Darío y Maxi no están solos?.
Después de pasar la noche acampando en la base del Puente, este martes por la mañana se realizó un acto en el Puente, en el que confluyeron múltiples organizaciones populares y de izquierda. (ver nota de arriba)
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