viernes, 9 de noviembre de 2012

Cri$tina, el 8N y las vísperas.


MILLONES DE ARGENTINOS PROTESTAN CONTRA EL RÉGIMEN


El llamado 8N triplicó la multitud que el 13 de septiembre pasado protestó contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En muchísimas ciudades del país el pueblo se reunió no solo en el obelisco de la Capital Federal, sino en cada plaza pública de muchísimas ciudades del interior del país y en otros puntos del gran Buenos Aires. La gente protesta contra la corrupción generalizada, por la libertad, por la inseguridad, por las mentiras oficiales y por muchos otros motivos.Mucha gente pide por LIBERTAD Y PAZ.

En España, Italia, Francia, Gran Bretaña y Austria, entre otros países, hicieron sentir sus protestas y difundieron mensajes e imágenes a través de las redes sociales."¡Que se vayan, que se vayan!"; "¡Chorra, chorra!"; "¡Argentina, Argentina!"; "¡Libertad! ¡Libertad!"; "¡los argentinos, unidos, jamás serán vencidos!"; "¡No tenemos miedo!"; "¡Basta corrupción!".Estas consignas corearon hoy, ante la sede del consulado argentino de esta capital, en la legendaria Vía Véneto, unos 150 argentinos que a partir de las 19 locales (las 15 en la Argentina) y hasta las 20, al son de las cacerolas se juntaron para solidarizarse con la manifestación de protesta del 8N.Con banderas argentinas y pancartas con consignas contra el Gobierno de Cristina Kirchner -"Basta de subestimar al pueblo argentino", decía una-, a la manifestación participaron argentinos de todas las edades, residentes en Roma, pero también, de paso."Llegamos esta mañana a Roma, vinimos por cuatro días, pero nos vinimos preparados para venir a manifestar", contó a La Nación Evangelina Christian, de Buenos Aires. "La justicia es un desastre, vivimos con miedo, la inflación es tremenda, pero ellos la niegan y no podíamos no venir", dijo Ricardo Auman, su marido. "Hasta nuestros nietos nos dijeron que teníamos que venir", agregó."No somos gorilas, pero estamos en contra de esta mina", coreaban algunos, mientras otros repartían folletos blancos que decían "Basta K" a los transeúntes romanos, muchos de los cuáles, ajenos a la protesta."Vine hace dos años y medio, quisiera volver a la Argentina, pero como está ahora, no se puede volver: no hay libertad de prensa y no se respetan los derechos de nadie", denunció Elizabeth Valeriani, una de las señoras más activas con la cacerola, de Haedo. "Queremos volver, pero así no. Justamente vinimos para que no haya reelección en la Argentina y para que la constitución sea respetada", agregó su amiga Teresa Dodero, nacida en Lomas de Zamora pero residente en Italia desde hace 20 años.A la capital italiana le sucedió el cacerolazo en París. "Caceroleamos en 2 horas. Hemos sumado más gente, pues pedimos también que baje el camembert :)", tuiteó un estudiante desde la capital de Francia.Entre los manifestantes, que en dos oportunidades entonaron el himno nacional y que iban mencionando a todas las provincias argentinas -"¡Córdoba! ¡Mendoza! ¡Neuquén!" y así, sucesivamente-, fue muy aplaudido Jorge Mercala, un actor argentino que vive aquí desde hace 8 años, que imitaba a la Presidenta. "Me pareció gracioso hacerlo, porque esta mujer es tan inteligente, que logró poner a los argentinos en contra de los mismos argentinos", explicó. "Pero yo le haría una pregunta: ella en Harvard trató mal a los chicos, diciendo que era una abogada exitosa ¿pero cómo se hace trabajando en la Argentina para tener todo lo que ella tiene en Calafate y demás?", se preguntó.A la manifestación también asistieron algunos bonistas italianos, damnificados por el default de 2001. Llevaron una inmensa rata de cartón, enjoyada y con la leyenda de "Cristina", que habían estrenado cuando el año pasado la Presidenta viajó a Italia por el 150 aniversarios de la unidad de la península, cuando protestaron en frente de su hotel. "Me sorprende que haya tanta gente. Evidentemente ellos también golpean cacerolas porque quieren defender sus intereses. La clase media argentina tiene motivos para estar furiosa, ¡claro! La Argentina tiene que respetar las reglas internacionales", dijo Orlando Masiero, que viajó desde Venecia para estar presente. "Nosotros también somos anti-k, porque es el gobierno k, pero el de Néstor Kirchner, es el que nos arruinó, con el ministro Lavagna", clamó por su parte Giancarlo Lucifora, otro bonista irreductible.En Milán también hubo una manifestación que, sin embargo, al parecer duró muy poco. "Una amiga me mandó un mensaje diciéndome que la policía antiterrorista no los dejó manifestar", contó a La Nación María Eugenia, otra argentina que vive en Roma porque su marido trabaja aquí, que participó con olla y tenedor de la protesta.



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