Cristina Kirchner fue declarada huésped de honor y la acompañaron, entre otros funcionarios, el vicepresidente Amado Boudou, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el canciller Héctor Timerman y otros ministros, como el de Economía, Hernán Lorenzino, además del gobernador de Chubut, Martín Buzzi, quien también haría uso de la palabra.
Tras ser entonado el Himno Nacional y la Marcha de Malvinas, la Presidenta y el mandatario provincial descubrieron dos placas recordatorias: una provincial y otra municipal.
En Puerto Madryn numerososex combatientes estuvieron realizando una vigilia en el monumento a los caídos, a la espera del acto.
Tras el protocolo, la jefa de Estado, en su discurso, enfatizó que “el único enemigo que hoy tenemos es la pobreza y la desigualdad que combatimos todos estos años”.
Tras el protocolo, la jefa de Estado, en su discurso, enfatizó que “el único enemigo que hoy tenemos es la pobreza y la desigualdad que combatimos todos estos años”.
Fue en el contexto de la descripción que realizara del homenaje que les rinde el pueblo argentino, por resolución parlamentaria, a los veteranos y caídos, y que se eligió a Puerto Madryn, porque acá es donde regresaron ocultados casi 8 mil combatientes que estuvieron en las islas.
Sostuvo que el testimonio fotográfico que le entregara el gobernador demuestra que este pueblo nunca traicionó la memoria de los que lucharon por él y les ofrecieron sus casas para darles contención, comunicarse con sus familias.
Aseguró a los combatientes que los 200 años que lucharon por independencia, por la Patria, por sus ideales, convicciones, que jamás serán olvidados y ocultados porque son las glorias de la nación.
Sostuvo que “cómo no homenajear a esos jóvenes que sin preparación, sin elementos, los mandaron a enfrentar un enemigo de ese momento profesionalizado”.
“Cómo puede alguien negarse al diálogo y estar del lado de los países que se autodenominan civilizados. Es demasiada incongruencia, es demasiada incoherencia”.
La jefa de Estado también se preguntó cómo puede negarse el Reino Unido a “dialogar con un gobierno democrático, que ha hecho de la defensa de los derechos humanos y sociales una bandera inclaudicable”, y sin embargo “dialogaban o estaban dispuestos a hacerlo con una dictadura sangrienta”.
La jefa de Estado aseguró que la causa Malvinas “ya no es nacional”, sino “regional y global”.
“Logramos con el acompañamiento de todos los mandatarios de América latina, convertir a Malvinas en una causa regional de soberanía, y global de lucha contra el colonialismo”, dijo.
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