Arzobispado de Buenos
A pesar del dolor, la angustia y el desconcierto que todo esto significó, fuimos confortados con las múltiples expresiones de afecto, disposición y oración de tantos hombres y mujeres, de distintos lugares, credos y extractos de la sociedad.
Agradecemos asimismo a las distintas instituciones de la sociedad civil, a las instituciones gubernamentales, tanto a nivel Nacional, como Ciudad de Buenos Aires, feligresía, vecinos y allegados que se han acercado de distintos modos, a este lugar ofreciendo tiempo, talentos y bienes para reparar los males ocasionados en el atentado.
Por divina Providencia, los daños materiales fueron pocos e insignificantes en consideración a los daños y perjuicios morales y espirituales de toda la comunidad, creyente y no creyente. Por tal motivo, hemos decido no aceptar nada, en el orden material, de ningún estamento: privado, institucional o gubernamental; a cambio pedimos de la oración y el compromiso de trabajar como comunidad por nuestros jóvenes, la familia y los valores fundamentales que hacen a la feliz convivencia de una sociedad, como son la aceptación del otro, sus creencias y sus espacios, la tolerancia, la compasión, la comprensión y el perdón.
El Señor, que no se deja ganar en generosidad y saca infinitos bienes de los males que permite, nos sorprende y nos anima a mirar con confianza y esperanza el devenir, comprometiendo y amigando nuestro corazón al Suyo, saliendo al encuentro del que más necesita de Luz, Consuelo y Misericordia.
Cordialmente en el Señor,
Pbro. Francisco Baigorria
Párroco de San Ignacio
1 de octubre de 2013, Fiesta de Santa Teresita de Niño Jesús
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