“Me voy a quedar aquí en mi despacho todo el tiempo que sea necesario porque no voy a permitir que los estudiantes ingresen y me impidan volver a entrar”.
El último martes durante el acto para elegir al nuevo decano, Juan Carlos Reboreda, para suceder a Aliaga en marzo del año próximo, un grupo de estudiantes intentó impedir el nombramiento aunque sin lograr su objetivo.
Docentes y no docentes presentes en la sala forcejearon con los estudiantes logrando evitar su ingreso y permitiendo de ese modo que el Consejo Directivo eligiera al decano y vicedecano por 11 votos a favor y 5 en contra.
Por la noche, una asamblea de estudiantes decidió bloquear la zona administrativa de la facultad, aunque permitiendo el acceso a las aulas para el dictado de clases.
Aliaga, junto a algunos colaboradores, permanece en su despacho porque en caso de salir: “si quiero volver a entrar tendría que forcejar con ellos y dirán que los agredí”.
“No voy a negociar con ellos ni llevar el caso a la Justicia con una denuncia, simplemente me quedo aquí hasta que liberen los sectores que están bloqueados”.
Sobre los incidentes del último martes, Aliaga consideró: “intolerable que un no docente que lleva la remera de un club de fútbol sea catalogado como barrabrava mientras que un estudiantes que hace lo propio con su partido político sea un revolucionario”.
“Ese doble estándar no lo voy a tolerar”.
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