A horas de que el Senado trate el ascenso a teniente general del jefe del Ejército, César Milani, Marcela de Ledo, presidenta de las Madres de Plaza de Mayo de La Rioja y madre del conscripto desaparecido en los 70 en un caso que salpica a Milani, publicó una carta abierta dirigida a los senadores nacionales pidiéndoles que no aprueben el ascenso.
La carta, firmada también por el ex preso político Ramón Alfredo Olivera, remarca "las pruebas que lo involucran en la represión ilegal" durante la dictadura pasada. Y destacan también el rol especial de la presidenta Cristina Fernández, porque es, al mismo tiempo, la que impulsa la nominación de Milani y de ella depende la Procuración General, cuyos fiscales son quienes tienen que imputar al militar.
La carta, publicada hoy por el diario local El Independiente, sostiene en sus principales párrafos:
- "Esta decisión de designar a Milani como Jefe del Ejército a pesar de las pruebas que lo involucran en la represión ilegal, lo pone (al gobierno nacional) en la encrucijada de imponerlo como sea en el Senado, aunque ello signifique una regresión en materia de los derechos humanos universales que son anteriores y superiores al Estado, y también atentar contra todas las declaraciones del Preámbulo de la Constitución, que la sociedad le ha dado el mandato de cumplir".
- "Cuando nos preguntamos ¿Por qué los Fiscales no indagan a Milani, cuando tienen un cúmulo de elementos para ello? Advertimos que la respuesta puede tener múltiple razones, pero hay una que es estructural y que se encuentra como una falla del mismo sistema por la que se realizan estos juicios de lesa humanidad, y tiene que ver con la falta de independencia de los organismos que intervienen en el juicio".
- "En efecto, estos juicios, se llevan a cabo por el Ministerio Público Fiscal, dependiente de la Procuración General, que a su vez depende directamente de la Presidencia de la Nación, de modo que, como en este caso, la Presidente por un lado designa a Milani como Jefe del Ejército, y por el otro, siendo la jefe suprema del fiscal que entiende en la causa, puede ordenarle, sugerirle, persuadirlo, etc., que no lo impute a Milani para que no sea tachada su designación".
- "Este contacto entre la presidencia y los fiscales, puede no ser directa, ni siquiera a través de la Procuración General, puede ser indirecta. Aquí (en La Rioja) se dijo públicamente que el fiscal recibió la visita de un funcionario del Ministerio de Defensa y un militar, que lo hicieron desistir de la indagatoria. Así las cosas, los fiscales ni ahora, ni nunca lo llevarán a juicio a Milani, mucho menos mientras sea Jefe del Ejército, tomarán algunos testimonios más para simular que se mueve la causa, pero se moverán en el mismo lugar, sin avanzar".
- "Lo que resta ahora, es transformar el Senado en una gran mesa de negociación, similar a la que se montó en el gobierno de De la Rúa para sacar la ley de flexibilización laboral, donde los senadores -sin objeción de conciencia-, se den a la especulación y a la componenda; de donde surja la aprobación del ascenso de Milani. Decimos que esta historia puede llegar a repetirse.
- "Por eso creemos que para los senadores es un momento histórico, porque están compelidos a aprobar los pliegos de ascenso de Milani, como lo requiere la Presidente, pero tienen el deber y la obligación de gestar nuevos instrumentos jurídicos, para que la vigencia de los derechos humanos, no sean meras declamaciones, sino que allanen el camino de la Justicia".
- "Pero también, a 30 años de democracia, le pedimos, que desaprueben el ascenso de Milani, como una ofrenda a la memoria histórica de este pueblo, en reconocimiento a que la actual etapa democrática fue inaugurada, por las movilizaciones y lucha de nuestro pueblo, por los derechos humanos: de nuestros hijos detenidos desaparecidos, por la lucha por la liberación de los presos políticos y exiliados, por castigo para quienes mandaron a los hijos de este pueblo a sufrir y morir en Malvinas, sólo por la ambición de los genocidas de perpetuarse en el poder".
Quien apeló también al recurso de la carta abierta para disuadir a los senadores fue la legisladora porteña Graciela Ocaña. Titulado "No voten por Milani", el texto advierte que "el error de esta designación lo pagaremos todos los Argentinos". La ex funcionaria K destaca que "la lealtad a un proyecto significa también señalar cuando la Presidenta se equivoca". Y agrega: "A 30 años de la recuperación de la democracia Argentina no merece que un General sospechado de violaciones a los derechos humanos conduzca a las fuerzas Armadas".
La carta, firmada también por el ex preso político Ramón Alfredo Olivera, remarca "las pruebas que lo involucran en la represión ilegal" durante la dictadura pasada. Y destacan también el rol especial de la presidenta Cristina Fernández, porque es, al mismo tiempo, la que impulsa la nominación de Milani y de ella depende la Procuración General, cuyos fiscales son quienes tienen que imputar al militar.
La carta, publicada hoy por el diario local El Independiente, sostiene en sus principales párrafos:
- "Esta decisión de designar a Milani como Jefe del Ejército a pesar de las pruebas que lo involucran en la represión ilegal, lo pone (al gobierno nacional) en la encrucijada de imponerlo como sea en el Senado, aunque ello signifique una regresión en materia de los derechos humanos universales que son anteriores y superiores al Estado, y también atentar contra todas las declaraciones del Preámbulo de la Constitución, que la sociedad le ha dado el mandato de cumplir".
- "Cuando nos preguntamos ¿Por qué los Fiscales no indagan a Milani, cuando tienen un cúmulo de elementos para ello? Advertimos que la respuesta puede tener múltiple razones, pero hay una que es estructural y que se encuentra como una falla del mismo sistema por la que se realizan estos juicios de lesa humanidad, y tiene que ver con la falta de independencia de los organismos que intervienen en el juicio".
- "En efecto, estos juicios, se llevan a cabo por el Ministerio Público Fiscal, dependiente de la Procuración General, que a su vez depende directamente de la Presidencia de la Nación, de modo que, como en este caso, la Presidente por un lado designa a Milani como Jefe del Ejército, y por el otro, siendo la jefe suprema del fiscal que entiende en la causa, puede ordenarle, sugerirle, persuadirlo, etc., que no lo impute a Milani para que no sea tachada su designación".
- "Este contacto entre la presidencia y los fiscales, puede no ser directa, ni siquiera a través de la Procuración General, puede ser indirecta. Aquí (en La Rioja) se dijo públicamente que el fiscal recibió la visita de un funcionario del Ministerio de Defensa y un militar, que lo hicieron desistir de la indagatoria. Así las cosas, los fiscales ni ahora, ni nunca lo llevarán a juicio a Milani, mucho menos mientras sea Jefe del Ejército, tomarán algunos testimonios más para simular que se mueve la causa, pero se moverán en el mismo lugar, sin avanzar".
- "Lo que resta ahora, es transformar el Senado en una gran mesa de negociación, similar a la que se montó en el gobierno de De la Rúa para sacar la ley de flexibilización laboral, donde los senadores -sin objeción de conciencia-, se den a la especulación y a la componenda; de donde surja la aprobación del ascenso de Milani. Decimos que esta historia puede llegar a repetirse.
- "Por eso creemos que para los senadores es un momento histórico, porque están compelidos a aprobar los pliegos de ascenso de Milani, como lo requiere la Presidente, pero tienen el deber y la obligación de gestar nuevos instrumentos jurídicos, para que la vigencia de los derechos humanos, no sean meras declamaciones, sino que allanen el camino de la Justicia".
- "Pero también, a 30 años de democracia, le pedimos, que desaprueben el ascenso de Milani, como una ofrenda a la memoria histórica de este pueblo, en reconocimiento a que la actual etapa democrática fue inaugurada, por las movilizaciones y lucha de nuestro pueblo, por los derechos humanos: de nuestros hijos detenidos desaparecidos, por la lucha por la liberación de los presos políticos y exiliados, por castigo para quienes mandaron a los hijos de este pueblo a sufrir y morir en Malvinas, sólo por la ambición de los genocidas de perpetuarse en el poder".
Quien apeló también al recurso de la carta abierta para disuadir a los senadores fue la legisladora porteña Graciela Ocaña. Titulado "No voten por Milani", el texto advierte que "el error de esta designación lo pagaremos todos los Argentinos". La ex funcionaria K destaca que "la lealtad a un proyecto significa también señalar cuando la Presidenta se equivoca". Y agrega: "A 30 años de la recuperación de la democracia Argentina no merece que un General sospechado de violaciones a los derechos humanos conduzca a las fuerzas Armadas".
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