“LA MEMORIA DEBE ILUMINAR AL PRESENTE PARA TRANSFORMARLO”
A pocos días de cumplirse 38 años del último golpe de Estado, desde Amsafe Rosario realizamos una charla debate con Carlos Del Frade y José Schulman, quienes se encargaron de buscar los puentes que unen al pasado para explicar nuestro presente.
En el marco de las actividades por un nuevo 24 de Marzo, la Secretaría de Derechos Humanos de AMSAFE Rosario realizó este panel que unió al periodista y escritor Carlos Del Frade y al Secretario General de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), José Schulman. El auditorio de la sede gremial se llenó de participantes interesados en debatir la coyuntura actual a la luz del pasado reciente del país.
Antes de la charla, Carlos del Frade recordó que hay que pensar en 39 años atrás, ya que el 20 de marzo de 1975 “se invadía Villa Constitución, una invasión pagada por Martínez de Hoz para reprimir a los trabajadores” y explicó que eso “se relaciona con el presente por la impunidad que sigue teniendo el sector empresarial en Argentina”.
Además, el periodista se introdujo en uno de los temas que viene investigando desde hace años, el narcotráfico. “Eso empezó con la dictadura, acá en Rosario con Galtieri, y eso está comiendo la vida de nuestros pibes, que era uno de los objetivos del terrorismo de Estado: comerse a una generación para que no vuelvan a ser revolucionarios. Hoy eso lo refuerzan haciendo que nuestros pibes sean consumidores consumidos, sacándoles las palabras, sacándoles la idea de tener conciencia política. Lo que hoy está pasando tiene que ver con la explicación de aquello que fue sembrado a partir del 20 de marzo del ’75 y profundizado a partir del 24 de marzo del ’76”, aseguró.
Por su parte, José Schulman definió a la Argentina como “una sociedad posgenocidio, que está marcada por la tortura, la picana y las transformaciones profundas. El genocidio no es una colección de muertes sino la destrucción de un grupo nacional para transformar radicalmente un país”.
Bajo ese concepto es que el referente de derechos humanos analizó el presente. “Durante varios años observamos una tensión entre las políticas de memoria, de juicio y castigo, en general correctas, y la persistencia de una cultura represora que nos preocupó y denunciamos siempre. A partir del ascenso de (César) Milani hay una regresión en todos los terrenos y esa regresión pega un salto de calidad negativo con el discurso de la presidenta, que avala la política represiva de Berni y la de Milani de subordinación al imperialismo norteamericano. Así empieza a consumarse una maniobra de usurpación del capital simbólico de la memoria, que es plural, nadie es dueño de nada”, aseguró.
Más allá de ello, Schulman sostuvo que estos diez años no fueron en vano, ya que “tenemos condiciones para impedir el retorno de una política represiva como la que se está intentando y para sostener los avances. La memoria debe iluminar al presente para transformarlo y superar cualquier tentación de que sea un acto meramente arqueológico o antropológico. No queremos encerrar la memoria en ningún lado sino hacer que juegue en el presente”.
Antes de la charla, Carlos del Frade recordó que hay que pensar en 39 años atrás, ya que el 20 de marzo de 1975 “se invadía Villa Constitución, una invasión pagada por Martínez de Hoz para reprimir a los trabajadores” y explicó que eso “se relaciona con el presente por la impunidad que sigue teniendo el sector empresarial en Argentina”.
Además, el periodista se introdujo en uno de los temas que viene investigando desde hace años, el narcotráfico. “Eso empezó con la dictadura, acá en Rosario con Galtieri, y eso está comiendo la vida de nuestros pibes, que era uno de los objetivos del terrorismo de Estado: comerse a una generación para que no vuelvan a ser revolucionarios. Hoy eso lo refuerzan haciendo que nuestros pibes sean consumidores consumidos, sacándoles las palabras, sacándoles la idea de tener conciencia política. Lo que hoy está pasando tiene que ver con la explicación de aquello que fue sembrado a partir del 20 de marzo del ’75 y profundizado a partir del 24 de marzo del ’76”, aseguró.
Por su parte, José Schulman definió a la Argentina como “una sociedad posgenocidio, que está marcada por la tortura, la picana y las transformaciones profundas. El genocidio no es una colección de muertes sino la destrucción de un grupo nacional para transformar radicalmente un país”.
Bajo ese concepto es que el referente de derechos humanos analizó el presente. “Durante varios años observamos una tensión entre las políticas de memoria, de juicio y castigo, en general correctas, y la persistencia de una cultura represora que nos preocupó y denunciamos siempre. A partir del ascenso de (César) Milani hay una regresión en todos los terrenos y esa regresión pega un salto de calidad negativo con el discurso de la presidenta, que avala la política represiva de Berni y la de Milani de subordinación al imperialismo norteamericano. Así empieza a consumarse una maniobra de usurpación del capital simbólico de la memoria, que es plural, nadie es dueño de nada”, aseguró.
Más allá de ello, Schulman sostuvo que estos diez años no fueron en vano, ya que “tenemos condiciones para impedir el retorno de una política represiva como la que se está intentando y para sostener los avances. La memoria debe iluminar al presente para transformarlo y superar cualquier tentación de que sea un acto meramente arqueológico o antropológico. No queremos encerrar la memoria en ningún lado sino hacer que juegue en el presente”.
Equipo de Comunicación CTA Rosario
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