De esta manera, Sergio Massa reafirmó su precandidatura presidencial. Y agregó: “Yo no busco un cargo. Soy un joven que cometió errores pero tengo la convicción y el sueño de que Argentina puede ser un país mejor. Tengo la seguridad de que si nos arremangamos entre todos y dejamos miserias de lado podemos construir un país en serio para los 40 millones”.
Cuando vimos a Sergio Massa y la estética preparada para su discurso entendimos que no se bajaría y que daría lucha en la elección para Presidente y así lo dijimos en nuestra cuenta de Twitter @masquenoticias. En una conferencia de prensa en el Museo de Arte Tigre, Massa reafirmó su precandidatura presidencial en un breve y conciso discurso:
“Les agradezco a todos los medios y a toda la gente que con expectativa esperó hasta hoy porque querían saber cuál era nuestro camino y destino a partir de este proceso electoral que desde mañana se pone en marcha. Recibí cientos de mensajes, pero me quedo con el más franco: el de mi hijo que anoche me dejó en la cama en el siguiente saludo: “Vamos papá, que vos podés”. El, mi hija, mi familia, son el motor más fuerte para mirar el futuro.
En principio quiero saludar a nuestros compatriotas en el Día de la reafirmación de soberanía y dejar una definición: las Malvinas fueron, son y serán argentinas. Cada uno debe llevar el deseo marcado a fuego de que ese pedazo de tierra vuelva a manos argentinas.
Nacimos a la política argentina en el año 2013, producto de la necesidad y el deseo de millones de argentinos de poner límites al sueño de eternidad. Nacimos como fuerza política para frenar esa idea de Cristina eterna que algunos querían imponer y se manifestaba para tratar de modificar la Constitución. De manera franca, abierta y plural a todos los sectores. Lo hicimos convencidos de que teníamos que transformarnos en límite y millones de argentinos eligieron marcar ese límite. En 2013 nació nuestra responsabilidad de transformar ese límite en un puente al futuro. Recorrimos gran parte y muchos rincones de la Argentina hablando con la gente y dirigentes. Quizá la gente no lo sabe pero el desafío de construir una fuerza política sin el aparato del Estado se hace contra viento y marea, porque se pelea contra el látigo y la chequera. Nos metimos en el barro de la política, y a lo mejor ese barro nos hizo cometer errores. Estoy seguro que los errores que cometimos nos hicieron desviar del eje central que es la gente.
Hay que entender que la política no son los dirigentes, sino la gente y hay que construir mirando a la gente. El sistema político argentino favorece a los oficialismos y a los aparatos y no es una queja, es una realidad. No tenemos el aparato del Estado, pero construimos en estos 14 meses junto a un conjunto de hombres y mujeres con valores, ideas y convicciones, construimos un equipo convencido de qué país queremos tener y cuál no. No queremos vivir más en un país donde a los jubilados no le alcanza la plata, queremos que los jubilados lleguen a fin de mes dignamente. No queremos más vivir más en el país de la inseguridad, sabemos cómo derrotarla porque lo hicimos en muchas ciudades. No queremos más vivir en un país que no quieren adormecer frente a la corrupción, queremos un país donde los corruptos vayan presos. Creemos en los programas sociales, pero creemos que es mucho más importante usarlos como puente de retorno al trabajo, de millones de argentinos que sueñan con llevar dignamente el pan a su casa. Creemos en la educación como motor de la movilidad ascendente. No creemos en bajar las notas para que los chicos pasen de grado, queremos educación de calidad de Ushuaia a La Quiaca para generar igualdad de oportunidades y queremos obviamente construir un sistema político que le dé chances a todos aquellos que tienen sueños y proyectos de participar sin depender del aparato del Estado.
Este es un momento particular, vivimos la Argentina de los candidatos del silencio. Scioli no dice lo que piensa porque lo reta Cristina. Otros hablan de cambio y la verdad que tenemos que definir cuál es el cambio que queremos. Argentina necesita un cambio y queremos ser motores de ese cambio. Dedicaremos las próximas semanas y meses a contar nuestra propuesta, nuestros proyectos, ideas a debatir y cómo la Argentina encuentra un mejor camino para el futuro. Eso nos va a permitir construir nuestra mejor ventaja competitiva: que nuestros equipos le cuenten a la gente cómo construimos ese país que soñamos.
Yo no busco un cargo. Soy un joven que cometió errores pero tengo la convicción y el sueño de que Argentina puede ser un país mejor. Tengo la seguridad de que si nos arremangamos entre todos y dejamos miserias y mezquindades de lado podemos construir un país en serio para los 40 millones. A aquellos que usaron su poder para empujarnos, corrernos y sacarnos de la cancha, les digo que acá estamos. Este soy yo, lo que ven, no hay nada más que el sueño de vivir mejor. Y a esos millones de argentinos que depositaron su confianza y sueños en nosotros y que tienen el sueño de vivir mejor, les digo que voy a ser Presidente, voy a ser candidato a Presidente de la Argentina”.
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