EL OKUPA DE LA EX ESMA
Es la “herencia” más insólita (hasta ahora). Un sujeto se apropió del antiguo edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada e instaló allí un taller de escultura. Nadie le ha dado un permiso oficial y dice estar haciendo una estatua que nadie le encargó. Es el autor de la escultura a Juana Azurduy que reemplazó a la estatua de Colón y, en el medio del robo descontrolado, se quedó con un edificio del Parque para la Memoria.
El gobierno y los organismos de Derechos Humanos se oponen a su presencia que es un bastardeo del Parque de la Memoria que funciona en el predio. La “justicia” aún no ha resuelto su desalojo. Mientras tanto el sujeto cierra con llave y cadena el lugar cada vez que se retira.
No resulta extraño el desprecio hacia el lugar por parte de los kirchneristas ya que han organizado asados y fiestas en ese mismo predio. Tampoco resulta llamativo esa “confusión” que tienen entre lo público y lo privado creyendo que pueden hacer lo que quieran con los bienes del Estado que pertenecen a todos y piensan que lo pueden usar para sus fines particulares.
Lo que resulta inexplicable es que hayan transcurrido más de 100 días desde que asumieron las nuevas autoridades y no se haya procedido al desalojo del intruso de un bien público y llevar sus cosas a un depósito. Su presencia ni siquiera puede enmarcarse en la “protesta social” que utilizan los que ponen una carpa en una plaza ya que simplemente es su lugar de trabajo. Lo que no ha trascendido es el nombre del juez inservible que tiene a su cargo el tema.
Debemos EXIGIR la creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción (CONACO) para investigar TODOS los hechos de corrupción, ubicar a los culpables y DECOMISAR todos los dineros robados.
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El gobierno y los organismos de Derechos Humanos se oponen a su presencia que es un bastardeo del Parque de la Memoria que funciona en el predio. La “justicia” aún no ha resuelto su desalojo. Mientras tanto el sujeto cierra con llave y cadena el lugar cada vez que se retira.
No resulta extraño el desprecio hacia el lugar por parte de los kirchneristas ya que han organizado asados y fiestas en ese mismo predio. Tampoco resulta llamativo esa “confusión” que tienen entre lo público y lo privado creyendo que pueden hacer lo que quieran con los bienes del Estado que pertenecen a todos y piensan que lo pueden usar para sus fines particulares.
Lo que resulta inexplicable es que hayan transcurrido más de 100 días desde que asumieron las nuevas autoridades y no se haya procedido al desalojo del intruso de un bien público y llevar sus cosas a un depósito. Su presencia ni siquiera puede enmarcarse en la “protesta social” que utilizan los que ponen una carpa en una plaza ya que simplemente es su lugar de trabajo. Lo que no ha trascendido es el nombre del juez inservible que tiene a su cargo el tema.
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