Altos funcionarios de Naciones Unidas condenaron unánimemente el tiroteo ocurrido en la madrugada del domingo en Orlando, Florida, en el que 49 personas fueron asesinadas y más de 50 resultaron heridas. También ofrecieron sus condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas.
En un comunicado, el presidente de la Asamblea General, Mogens Lykketoft, lo calificó como un despreciable acto de barbarie y señaló que se trata del peor de la historia de Estados Unidos a manos de un solo hombre armado.
Lykketoft llamó a los gobiernos y a las personas de todo el mundo a unirse y comprometerse en apoyar aún más los esfuerzos globales, nacionales y locales para prevenir la propagación del odio y el extremismo violento. Por su parte, el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, se refirió al tema durante una conferencia de prensa en Ginebra, en el marco del décimo aniversario del Consejo de Derechos Humanos.
Al ser consultado sobre la situación de las personas gay, bisexuales y transgénero, Eliasson confió en que el ataque no alimente los crímenes de odio que se han visto en el pasado en varias partes del mundo. A su vez, el diplomático llamó a la moderación y a evitar la provocación a la violencia. Subrayó que la intención de los perpetradores de esos actos es asustar, además de señalar a ciertos grupos como un “problema” o como “enemigos”, por lo que es el momento de defender con más fuerza el valor que tienen todas las personas por igual, dijo Jan Eliasson.
Estas declaraciones se suman a la condena hecha por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, el domingo, pocas horas después de conocerse la noticia. Naciones Unidas
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