El titular de la FIG indicó que las imprentas argentinas están dispuestas a sortear los efectos secundarios de la medida de Guillermo Moreno, que apunta a reducir el déficit en la balanza comercial.
Parte de la solución llegó cuando se permitió pasar las compras particulares, que eran mayoritarias.
“La industria argentina gráfica está entre las mejores del mundo y tiene la capacidad de producir todo lo que las diferentes editoriales del mercado le soliciten”, destacó.
“El mes que viene viajo a Alemania para participar de la Feria Drupa, la más reconocida a nivel mundial, donde compraremos nuevas máquinas para seguir abasteciendo a la industria nacional”, agregó.
“Durante muchos años la ausencia del Estado generó problemas para el sector, pero ahora vemos con satisfacción un camino donde se apuesta a lo nacional y por eso estamos confiados y hacemos inversiones”, dijo Maggio.
“Por ejemplo en la década del 90 importaciones de libros proveniente de Chile que contaban con beneficios que los producidos acá no tenían, y eso le hizo mucho daño a nuestra producción”, explicó.
Finalmente, extendió la invitación a la Feria del Libro que se realiza en estos días, donde la industria gráfica tendrá un stand que explicará el proceso de impresión de libros.
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