Cristina dijo que la palabra “cepo” se refiere a un elemento de tortura del siglo XIX que fundamentalmente dejaba a las personas inmóviles, pero a través de las cifras que detalló en un acto en la Casa Rosada, aseguró que eso no tiene nada que ver con el movimiento cambiario que se da en el país.
Subrayó que los argentinos tienen una libertad absoluta para viajar al exterior y que lo pudo comprobar cuando estuvo en Nueva York, donde pudo ver muchos compatriotas, en clara ironía a los cacerolazos que se dieron en la puerta del hotel donde estaba hospedada.
La presidenta sostuvo además que cualquiera tiene todo el derecho de no estar de acuerdo con las políticas del gobierno en esta materia, pero pidió que tenga una denominación que corresponda, ya que “cepo” no es precisamente una.
Además, deseó que las personas en desacuerdo con su gestión logren encontrar “el dirigente político adecuado que lo exprese ante toda la sociedad”.
Autocrítica
“Tal vez cometimos un error, de no hablar con los números claros de lo que había pasado en Argentina pero tomamos las medidas. Uno no le anda explicando a todo el mundo, pero toma las medidas con la creencia de que los actores económicos van a actuar con racionalidad y eso no sucedió”, dijo Cristina.
“Desde las PASO del 14 de agosto hasta y el 23 de octubre en que fui elegida Presidenta, se llevaron 4700 millones de dólares, porque hicieron correr en el mercado el rumor de que luego de las elecciones iba a haber una devaluación. ¿Saben qué pasa? Que piensan que somos como ellos, los que dijeron una cosa en las elecciones e hicieron una cosa totalmente diferente. 4700 millones de dólares se fueron por efectos de timba cambiara, por efectos de especulación financiera. Con ese dinero, hubiéramos pagado el BODEN 2012 que ya pagamos”, indicó.
“Es una timba especulativa lo que se dio en el momento de las elecciones e intentó presionar a la Presidenta por una devaluación”, aseguró la presidenta.
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