jueves, 7 de febrero de 2013

María Estela Martinez, viuda de Perón:Homenaje convocado por Diego Mazzieri.


Nos convocamos con tal fin todos los compañeros argentinos leales a la verticalidad de una doctrina iniciada por el Teniente General Juan Domingo Perón.

Una excelente descripción sobre María Estela de Perón, vendría del menos pensado. Menos pensado en el sentido de que ahora es citado apologéticamente, cuando al inicio de esta obra, no se tuvo mucha estima que digamos para con este contingente personaje. Hay que destacar que estas palabras datan de 1985… Capaz que en aquella época no había plata “y el mono no bailaba”. Aunque por ahí se mandaba una que otra cumbia. La persona en cuestión, es José Pablo Feinmann. Decía sobre la esposa de Perón, en su obra “El mito del eterno fracaso”:
“Su existencia probablemente azarosa quedó atrás –clausurada para siempre -, cuando conoció al hombre de su vida. El hombre de su vida fue también el de la nuestra, el que marcó a nuestra generación, la exaltó, la arrojó al bullicio y el riesgo de la militancia política y finalmente nos abandonó muriéndose increíblemente como si fuera apenas un humano. Lo era.

“Y también la dejó sola a ella. Y peor que sola: muy mal acompañada (…) por siniestros personajes que él increíblemente había aceptado (…) y en gran medida neutralizado. Porque no eran lo que fueron (o no pudieron hacer lo que luego hicieron) mientras estuvo él. Pero él se fue y ellos quedaron. Y quedó ella. Vestida de negro y atravesada por un inmenso dolor. Había ocurrido lo increíble: se había muerto Perón. (…)
“El gobierno no fue feliz. Hubo desaciertos (…). No obstante estorbaba. Era la Presidente Constitucional de los argentinos. Durante sus dos últimos meses de gobierno casi no cometió errores. Por eso la echaron. Acababa de convocar a elecciones. Le cedía espacio a los partidos opositores. Dialogaba con ellos. Comenzaba lentamente a ser Isabel Martínez de Perón. No le dieron tiempo. La voltearon –y la ultraizquierda ayudó mucho en la tarea- y no pudo seguir.
“Las nuevas elecciones se iban a realizar en noviembre de ese año.
“Se la llevaron en un helicóptero. La sometieron a largos años de cárcel que sobrellevó con dignidad. Una vez libre, se llevó del cautiverio el silencio y lo transformó en su herramienta política. Nada dijo. A nadie apoyó.
“Luego del desastre del 30 (se refiere al 30 de octubre de 1983 en que triunfó en las elecciones la UCR); amplios sectores de la dirigencia la reclaman. Muchos, como siempre, quieren utilizarla. Quieren encaramarse sobre su apellido, sobre su silencio y su aparente inocencia ante la derrota. Ahora vuelve triunfadora. La Señora no ha perdido, dicen. Perdieron los otros. Los que creyeron que con su silencio ganaban.
“La Tentación para Isabel es grande (…) su pureza es lo único que le quedaba al Peronismo. (…) El 30, perdieron todos menos ella. Ya la esperan como prenda de unidad;
“(…) ella lo sabe: el Peronismo no es una monarquía. No hay herederos naturales (…) y si hay (…) es el pueblo. Vendrán entonces a saludar al nuevo Presidente. Porque la democracia necesita que ella esté aquí. Porque mientras exista un solo ciudadano proscripto no hay democracia. Es bueno, entonces, su regreso. Fortalece y legaliza aún más la naciente democracia Argentina.
“Pero la esperan muchos oscuros personajes. Ante todo, los que creen que invocando su ilustre apellido se logra la unidad de un movimiento que está actualmente en estado de asamblea, cuestionando hasta la doctrina. (…) Bienvenida Isabel Perón.”253
Lo escrito, publicado está. No se puede renegar de las palabras contemporáneas a los acontecimientos. No se demuestran vicios de la voluntad al hacerlo.
La Señora Martínez Cartas, es Perón mucho más allá de su apellido marital. Lo fue por su obra de gobierno que no varió un ápice los postulados doctrinarios. Lo es por su indoblegable lealtad, su encomiable proceder, y por mantenerse en la lealtad haciendo caso omiso a las presiones foráneas por ‘venderse’ a la traición, siendo consecuente con tan encomiable accionar, sus cuantiosos sufrimientos atravesados: deterioro manifiesto y grave de su salud (anemias, úlceras, llegó hasta pesar 43 kilogramos), seis años de indigno, injusto y oprobioso secuestro y sometimiento a vejaciones.
Inventaron durante su prisión, crueles eufemismos: nos relata el Dr. Juan Gabriel Labaké:
“…mantuvieron (los militares) en prisión prepotente (farisaicamente disfrazada de sentencia judicial) a la ex presidente Isabel, a quien, en el Mesidor, llegaron a rapar “a la papa”, porque ‘había muchos piojos en la residencia neuquina’ (textual).
“Y, no conforme con ello, inventaron el rumor infame de que ‘Isabel había quedado embarazada porque mantenía un amorío con el capitán de su propia guardia militar’.
“El pobre hombre, un peronista al fin y al cabo, había cometido ‘el delito’ de solicitar a Isabel que se sacara una foto junto a él. Isabel accedió a la foto, lo cual le costó al capitán la inmediata y deshonrosa destitución de su cargo, y el retiro obligado.
“A Isabel le costó el rumor infame de los militares sobre su fantasmal embarazo.
“El rumor del embarazo corrió por todo el país.
“En 1977, el ex ministro de Educación Pedro Arrighi, el ex de Economía Emilio Mondelli y yo pedimos audiencia con el cardenal primado Mons. Aramburu para rogarle, como católicos, que la Iglesia intercediera por la libertad de la ex presidente constitucional.
“Mons. Aramburu estaba ‘muy ocupado’. En su lugar nos recibió un obispo auxiliar, de cuyo nombre no quiero acordarme, quien, al escuchar nuestro ruego, nos respondió que la Iglesia no podía interceder ‘por una mujer que había quedado embarazada del capitán de su guardia’…
“Lo difundo con mucho dolor, porque soy creyente y practicante católico, pero es indispensable hacerlo para que se comprenda hasta dónde había llegado el odio de ciertos sectores de poder hacia Isabel y su gobierno, y hasta dónde la ex presidente debió sufrir ese odio atroz e insondable.
“Si un obispo de la Iglesia llegó a sumarse a esa deleznable calumnia (pecado gravísimo, si los hay) y a ese implacable rencor contra la viuda del conductor del Peronismo (me refiero al Peronismo auténtico y decente, al de antes), no puede extrañarnos que hoy haga lo mismo un equipo de gobierno que se ha olvidado de dónde salieron los votos en 2003 y que ahora se mantiene gracias a una descomunal Banelco alimentada con fondos públicos.”
Hacia 1983, el bipartidismo (PJ – UCR), acordaron un pacto de políticas programáticas a seguir, sea cual fuere el vencedor en las elecciones de aquel 30 de octubre. Una vez llegada la UCR al poder, ese pacto fue violado vergonzantemente, y los argumentos del nuevo oficialismo vencedor fue: “ganamos nosotros, gobernamos nosotros como queremos”. En contraste con esa indigna actitud, venía a unir a los argentinos la esposa de Perón. Su presencia después de las elecciones era inexorablemente necesaria, en tanto la elección de 1983 no fue verdaderamente democrática, al mediar el vergonzante pacto de los partidos políticos con los militares, por el que se la proscribía y exiliaba a María Estela de Perón. Y la señora no sólo que vino y firmó el “Acta de Compromiso y Unidad Nacional”, sino que estuvo en la mesa de los Ex Presidentes al momento de la asunción de Rául Alfonsín. En su retorno, no se dejó “entornar” por nadie, como jamás lo permitió, cosa que aclaró el 10 de marzo de 1976 en la CGT, cuando dijo que ni Perón pudo “entornarla”. Cuando Lúder le pidió una entrevista por fuera de la cena que organizó el Partido Justicialista con la Señora y en la que él sin excusarse no participó, ella fue determinante: “no concedo entrevistas privadas a nadie”.
En mayo de 1984, la Señora vuelve a reafirmar la Unidad Nacional, tan ansiada por su esposo Juan Perón. Pero a su retorno a España, grupos inconfesables de poder, colocaron explosivos en el avión en el cual viajaría, por suerte para ella y para los trescientos pasajeros, descubierta y desactivada a tiempo. En esa oportunidad, María Estela de Perón declaró: “Nadie muere cinco minutos antes ni después de que Dios decida”. La inquietud histórica es: ¿por qué el blanco del ataque era la ex Presidente y no el entonces Presidente? La respuesta no podía ser otra, que la razón era porque la esposa de Perón era símbolo de unidad nacional. Ella continuaba siendo el símbolo de lo que los ingleses desde sir Whitelocke y el gran poder usurero mundial, nunca quisieron que nosotros hiciéramos en pos de trabajar en una empresa nacional en la que todos tiremos de ese carro.
En 1985, la Señora renuncia indeclinablemente al “Comando Superior del Partido Justicialista”, dando en dicha oportunidad una lección sobre sus deseos, de que el Movimiento Nacional no se transforme en el Partido en que se terminó convirtiendo.
En 1987, la Señora de Perón volvería a ser objeto de manera indirecta de un vil y muy morboso ataque: primero el cercenamiento impune de las manos del cadáver de su marido y segundo la violación de su domicilio madrileño donde un grupo de psicópatas cercenan las manos de imágenes santorales y de múltiples fotos.
A su regreso en 1993, fue verdaderamente importunada con calumnias por toda una corporación periodísticas que la interrogaba desde la mala fe.
En 2007 fue injusta e improcedentemente procesada por el gobierno argentino con causas calumniosas y fraguadas, lo que la llevó a tener graves problemas de salud producto del estrés a la que fue sometida, a punto tal que debió ser urgentemente operada por una caída de sus escaleras. Negado el pedido de extradición por parte de la Justicia Imparcial Española, ahora un fiscal tucumano, y todos los que lo financiaron para ello, se sacaron las caretas y fueron sinceros en la verdadera causa del odio persecutorio hacia la señora: “El Operativo Independencia”. Escrupulosamente se pretende extraditarla hasta el día de hoy por una disposición que obedeció a los deberes de funcionaria pública que imperaban en momentos donde ella conducía los destinos del país.
En definitiva, la reivindicación permanente a la esposa de Perón debe corresponder:
1. porque la Señora fue la única Presidente después del General Perón, en gobernar un país sin hipotecarnos eternamente con empréstitos, (muy por el contrario, cuando la derrocaron, la cifra de la deuda externa contraída en 1956, era menor a la que se totalizaba cuando asumió el gobierno).
2. porque gobernó un país ingobernable, por el accionar del marxismo apátrida, y de la derecha liberal vendista, con subversiones de todo tipo como ella excelente y claramente lo denuncia en su discurso del 10/03/1976.
3. porque fue la única Presidente en la historia, (sin menospreciar al Liniers de 1806, al Rosas de 1845, y al mismísimo Perón de 1945), que tuvo el valor, el coraje y la valentía de hablar de ruptura de relaciones exteriores con Gran Bretaña por su atentado a nuestra Soberanía Nacional mediante el buque ingles de exploración petrolera Lord Shackleton.
4. porque custodiando la doctrina Peronista, conforme al artículo 40 de la Constitución de 1949, nacionalizó las bocas de expendio del petróleo.
5. porque en aquellos aciagos años de odio fomentado por el imperialismo usurero mundial, fue la única funcionaria que gobernó el país, a pesar que los atorrantes y doctos argentinos del hoy que infundadamente hablan del “desgobierno de Isabel”, pero sin referir que ese “vacío de poder” era fomentado por los traidores al Partido Justicialista, o del doctor Balbín que golpeaba continuamente las puertas de los cuarteles, a pesar que la señora de Perón sin interés en ser re electa llamó a adelantar las elecciones (como dije antes y repito, Balbín muerto Perón dijo que despedía a un amigo. Pregúntese el lector, si para tener amigos así, para qué tener enemigos), los Radicales que cometían graves perjurios desde el Congreso y los medios contra la Señora Presidente, al tiempo que derrocada ocuparon miles de puestos como funcionarios públicos bajo el “proceso de dilapidación nacional” de Videla y demás satélites de Kissinger… las Fuerzas Armadas que no reconocían a la Señora de Perón como su Comandante en Jefe, sino que obedecieron verticalmente a las órdenes de Rockefeller, Kissinger y demás fecalidades de la usura mundial apátrida e imperialista.
6. porque tuvo el valor de ordenar el aniquilamiento del accionar subversivo: la juventud (de la cual no estoy exento), debería estar eternamente agradecida para con la señora Perón, porque no permitió (o por lo menos demoró) el proceso por convertir a Tucumán y la nación toda, en una Cuba miserable, en una Colombia Guerrillera y narcotraficante.
7. porque debió soportar seis largos años de prisión injustamente siendo la Presidente que más año estuvo en esa situación.
8. porque jamás le reclamó nada al pueblo y a la Nación teniendo mucho que reclamarle, y porque los argentinos hipócritas e ignorantes, le exigieron tanto derechos para apelarle.
9. porque fue la única que tuvo las coyunturas suficientes para echar al lobbie sionista y marxista del Ministro José Ber Gelbard.
10. por haber invertido hasta su propia salud, para no traicionar ni un ápice, a los postulados generales de la doctrina de su esposo.
11. porque fue la única Presidente que con coraje no renunció ante un golpe de estado, actitud heroica que le valió seis años de cárcel, donde fue ultrajada en su dignidad, recluida en una pequeña habitación con paredes de papel para ver sus movimientos, y con un sacerdote confesor falso.
12. porque en 2007 fue perseguida por los Kirchner y aun hoy el Juez Federal (o la jueza para que no me enjuicie el INADI por discriminación contra su Señoría Norberto/a Oyarbide), mantiene injustamente una causa solicitando la extradición de España de la Señora, petición que ya fue negada en otras causas porque el reino imparcialmente juzgó los procederes de la señora y la sobreseyó con muy buen pero por sobre todo, justo criterio.
14. porque el propio partido la proscribió en 1982, para dar paso a la postulación de los traidores de Ítalo Lúder, Menem y demás infiltrados cuya única lealtad que poseyeron y poseen lo fueron para los postulados de la Unión Democrática de 1945 con el “librito azul” ideado por Braden.
15. porque fue fiel discípula de la obra y doctrina del General Perón, pero por sobre toda las cosas, de su persona cuando estuvo en vida.
16. porque por orden de Perón arriesgó su vida haciendo “inteligencia” en 1957 durante la “libertadora” en nuestro país, y en los ’60 cuando ¿gobernaba? el lacayo General Onganía.
17. porque en 1991 sin retaceos no dio venia al accionar de Menem, a quien cuestionó su lealtad, y porque ejemplarmente no aceptó la embajada en el Vaticano que el Vendepatria le ofreciera con el fin de tentarla y doblegarla.
19. porque le cercenaron sus legítimos bienes las hermanas de Eva Perón (es cierto el “dicho” gringo que reza: “la familia viene sola”, pues sino miremos como además de las codiciosas hermanas de Evita, hasta su sobrina nieta se postuló por el Kirchnerismo, partido tan Peronista como Isaac Rojas) y el inescrupuloso, y traidor de Mario Rotundo, que ahora está dilapidando los bienes del General Perón por subastas en Internet que ni los compran “descamisados” ni su dinero irá para ellos…
20. porque vive humilde y cristianamente.
21. porque nunca le robó al estado, acudió en cohecho, tráfico de influencias, y corrupción como acostumbraron los políticos post 1983, y a pesar de esto fue la presidente con más años presa en la historia.
22. porque en 2008 debió soportar que ultrajen nuevamente el cadáver de su marido, gracias a la mitómana al servicio del dinero extranjero Marta Holgado, quien fabulaba ser la hija de Perón, cuando las pruebas presentadas por su legítima esposa eran contundentes respecto a la imposibilidad de esa cuestión, y no obstante una “barata” jueza ordenó la re profanación del cadáver del General, como si se tratara de unos huesos enterrado por uno que otro sabueso mas…
23. porque fue traicionada ella, y con ella la Patria y la Nación toda, por las FF.AA; al servicio de la sinarquía mundial.
24. porque el mismo partido les alejó a muchos leales de su lado, como Vicente Damasco, Numa Laplane, entre otros.
25. porque el pueblo la abandonó y rompió el pacto que prometió a Perón como condición sine qua non para su retorno.
26. porque de un mártir José Ignacio Rucci, pasó a tener un Casildo Herreras cuyo concepto de lealtad fue el famoso “yo me borré”, tras el golpe del 24-3-1976.
27. porque le sabotearon los precios los especuladores de siempre.
28. porque no desindustrializó nunca el país y apoyó siempre la empresa nacional.
29. porque fue traicionada hasta por los propios trabajadores quienes jamás cumplieron el pacto social.
30. porque a pesar de todas los ardides que le hicieron para complotarla no pudieron contra su persona, y mucho menos contra su gobierno, quien jamás dio un paso al costado.
31. en definitiva, porque FUE UNA BUENA MUJER, ESPOSA, PATRIOTA, PRESIDENTE Y LEAL DISCÍPULA DE LA DOCTRINA NACIONAL PERONISTA, hete aquí quienes no olvidamos ni queremos olvidar, y mucho menos que nos tergiversen y al mejor estilo de Mordisquito, aun nos la quieran seguir contando, es que la Señora María Estela Martínez de Perón merece el reconocimiento constante del Verdadero Pueblo Peronista.
Recientemente un “Nacionalista Católico” cuyo nombre omito, llegó a decir que era tragicómico que haya acólitos del Gobierno de la Señora Martínez de Perón… pregunto yo, ¿hubo algún gobernante en la historia Argentina que defendió y tuvo en su boca en todos los discursos a Dios Nuestro Señor, que defendiera tanto los cimientos de la Patria Hispana como lo hiciera María Estela Martínez, y que protegiera la institución familiar y las organizaciones libres del pueblo, como en la absoluta soledad ella lo hiciera?
No sé, qué le ve este señor de cómico nuestra reivindicación a la señora María Estela de Perón máxime, sabiendo que este “crítico” es “acolito” del General Lonardi. Pues si María Estela de Perón fue “inane” según los conceptos que este señor ha vertido en distintos blogs virtuales, me pregunto qué concepto le merece a él, nada menos que el General Lonardi, quien se uniera alevosa y notoriamente con masones confesos y reconocidos, y que en definitiva fue más “usado” que el mismo General Urquiza en 1853, pues este último (infame traidor al igual que Alberdi), por lo menos tuvo el loable mérito de arrepentirse en los finales de su vida… Eso es algo verdaderamente “Tragicómico”...
Enfatizo que el odio visceral a la Ex Presidente María Estela de Perón, se explica desde varios ángulos:
- Envidia. Pues era genuina heredera del General Perón no solo de posesiones materiales, sino de algo mucho más profundo como ser, la filosofía, la doctrina, la causa, y nada menos que la continuación del gobierno.
- Lealtad indoblegable. La Señora de Perón, arrestada y aprisionada, sentenció ¡no renunciaré aunque me maten! Conducta que ningún hombre en la historia (ni siquiera su marido, pudieron imitar ante un golpe a las instituciones). Hacia 1982, no acató la imposición del Almirante Massera de integrar con ella en conjunto una fórmula para una salida democrática. Ni siquiera reconoció autoridad alguna dentro del propio Partido Justicialista infiltrado. Como no legitimaba la traición, la solución era sencilla: proscripción y exilio, tal cuál como hicieron en 1955 con su marido.
En 1990, la tentaron con decenas de cargos políticos que jamás aceptó, conducta acompañada por no recibir nunca a Menem en España y su subsiguiente declaración en el Diario el País de 1991 que rezaba. “Hay que ver si Menem es Peronista”.
En fin, la Señora de Perón en un reportaje que data de 1993, concluye sus actitudes desde la muerte de Perón, comportamientos que se mantuvieron uniforme hasta el día de hoy.
Manifestó ella: "Yo no entregué mi bandera. No entregué mi sitio. Me lo quitaron", Yo no soy proclive a traicionar a la Patria bajo ningún punto de vista. Hice un Juramento a Perón, pero por encima de ese juramento a mi marido, está el juramento que le hice a Dios ante los Santos Evangelios, y no es de cristiano hacerlo en vano, por lo que si yo quería renunciar o no, no importaba, pues no interesaba lo que yo quería sino lo que yo debía”…254
La vida de la Señora hasta el día de hoy, nos enseña que ella hizo y sigue haciendo, lo que debía y debe. Lo que se sintetiza en una forma de querer hacer lo que debe. El gran dilema, es que “hacer lo que debió hacer" fue causante de tanta persecución y sufrimientos.
Por ello, a la juventud podrán contarnos las calumnias de los “cheques de la Cruzada de la Solidaridad”, “de las brujerías de López Rega”, de historias de clubes nocturnos moralmente indignos, etcétera. Pero mucho les costará impedir que reconozcamos lo que la Ex Presidente fue y es: una mártir viva del genuino Peronismo.
Ya hemos publicado los discursos de la Señora Perón manifestados cuando era Presidente de la Nación. Muchos de ellos fueron proféticos. Otros, denotan la lealtad a los principios. Pero lo que más contrasta, es que el tiempo le dio la razón a la Señora, mujer que gobernó un país ingobernable no solo por la anarquía sino por algo mucho peor que nos aquejó desde 1810: la estupidez reinante. Y lo que más denotan estos discursos, es que el mandato de la Señora pudo haber sido un desgobierno. Pero un desgobierno porque ella gobernaba totalmente sola, saboteada, combatida, atacada y acorralada por todos.
Cierto es que “las chimeneas que levantó Perón”, fueron derribadas. Gracias a Dios quedaron sus cenizas y un tenue humo para dejar indicios periciales, de quiénes fueron los gestores del derrumbe, que demás está decir, excede la responsabilidad de alguien que dedicó aún, no solo su integridad física y su salud, sino que casi toda una vida en pos de una causa.

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