El gobierno estudia suspender las primariasby Carlos Tórtora |
Los consultores del oficialismo coincidirían en un objetivo central: que a la hora de las urnas la situación económica -y sobre todo el consumo- estén en alza. Por lo menos lo suficiente como para que el kirchnerismo recupere una parte de los votos de clase media que perdió en el último año. Tanto Axel Kicillof como Guillermo Moreno se mostrarían optimistas con respecto a la evolución de las variables en el segundo semestre, al margen de que un equipo de técnicos sigue trabajando en el comentado plan de cambio de moneda y desagio.
Así las cosas, en el entorno de CFK empezaría a hablarse de la conveniencia de evitar las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se realizarían el 11 de agosto. La ley 26.571 prescribe la obligatoriedad de las PASO, por lo cual sólo a través de una nueva ley se podrían suspender las mismas. El caso es que otra ley sancionada el año pasado, la 26.774, extendió el voto a los mayores de 16 años, reforma que se aplicará este año. Ésta es la clave que podría justificar la operación que se elabora. La franja de nuevos votantes de entre 16 y 18 años, que se deberán incorporar ahora al padrón electoral, totalizan alrededor de 1.900.000 electores. A esta incorporación se suma la que se realiza bianualmente, de alrededor de 300.000. Es decir que la actualización alcanzaría a aproximadamente al 10% del padrón, una tarea de enorme complejidad y de una magnitud inédita. En diciembre del año pasado la Cámara Nacional Electoral advirtió públicamente que la actualización del padrón presentaba dificultades inéditas y que los plazos del Código Electoral Nacional son exiguos, por lo cual existía el riesgo de que se presenten problemas técnicos. O sea que el padrón podría no estar terminado a tiempo. Para los entendidos en el tema, los camaristas abrieron así el paraguas ante los indicios de que la actualización del padrón podría convertirse en un problema político de primer orden. De acuerdo al artículo 25 del Código Electoral Nacional, el padrón definitivo deberá estar impreso 30 días antes de las PASO, es decir el 11 de mayo, dentro de menos de 60 días.
Un consenso probable
De optar por la suspensión de las primarias, el gobierno podría blanquear en las próximas semanas que la incorporación de los votantes jóvenes dificulta la confección del padrón en tiempo y forma. Y que por lo tanto sería conveniente suspender -por única vez- la realización de las PASO. En la ley respectiva se establecería que este año los partidos utilicen excepcionalmente el derogado articulado del Código sobre elección de candidatos. Esto es, que cada partido o alianza elija sus candidatos mediante las internas que cada uno decida. Curiosamente, un proyecto de este tipo podría contar con buena acogida en la oposición. Las primarias representan una duplicación del gasto que es difícil de sobrellevar y que termina favoreciendo al gobierno, que moviliza recursos ilimitados. Así ocurrió en el 2011, cuando todas las alianzas opositoras menospreciaron la importancia de las PASO y ni siquiera montaron una fiscalización importante. El Frente para la Victoria hizo todo lo opuesto y consiguió que Cristina obtuviera el 51% de los votos. Esta apabullante cifra tuvo tal impacto psicológico que instaló la convicción de que el gobierno ya tenía ganada la elección del 23 de octubre. Y así fue, porque en esa fecha CFK alcanzó el 54% mientras el opositor más cercano, Hermes Binner, apenas rozaba el 17%.
Ahora, en un contexto de malhumor social causado por el estancamiento de la economía, el kirchnerismo estudia abandonar las primarias, que le resultan tan ventajosas, con tal de que se vote cuando las expectativas económicas estén en ascenso. Si es que esto ocurrirá en el 2013. Un dato crucial es que una ley suspendiendo las primarias requiere de los dos tercios de los votos, o sea de un consenso amplio con la oposición.
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