sábado, 30 de marzo de 2013

Los malvivientes de Chile y Solís, despues de usurpar un edificio, degradar la vida del barrio, destruir dicho edificio y armar un campamento extorsivo en plena vía pública, reclaman le solucionen la vida hasta el próximo reclamo.

CRÓNICA DE 60 DÍAS DE ACAMPE


"Bergolio, hacenos un lugarcito"

(AW) En vísperas de cumplirse dos meses del acampe en Chile y Solis por parte de 80 familias, están a la expectativa de las resoluciones del Gobierno de la Ciudad y Nación para este miércoles 3 de abril.

Carpas



Por Natalia Ayarzo
El fin de semana largo se vive de manera diferente en las esquinas de Chile y Solis, calles de los barrios aledaños al centro porteño. La vigilia no es alrededor de una mesa entre empanadas de atún, si no en comedores con el cielo como techo, y en comidas hechas al fuego de la solidaridad de algunas vecinas y vecinos de Monserrat.
En la madrugada del primero de febrero, las 80 familias de trabajadoras/es de Solis 693 debieron autoevacuarse por un incendio que comenzó en los últimos pisos, de forma no resuelta. Ante la irresponsabilidad de dos cuerpos de bomberos sin agua y con mangueras rotas, vieron cómo el fuego en instantes, consumía lo que un/a trabajador/a tarda en juntar toda un vida.
Después de 60 días que llevaron necesariamente a ocupar las calles, entre negociaciones y movilizaciones, las/os trabajadoras/es de Solis siguen a la espera de promesas. Decidieron este miércoles 3 levantar el acampe para negociar con Ruben Pascolini, de la Comisión Nacional de Tierra, por una solución pronta y concreta.

familias

Un lugar con historia

Este edificio que es propiedad del Estado fue ocupado en el 2001, y en el 2003 contaron con el aval del ANSES al ratificar que las viviendas eran habitadas por laburantes que mantenían el lugar en buen estado.
En el 2005 y en el 2011 tuvieron dos intentos de desalojo por parte del Gobierno de la Ciudad, pero la organización en dos cooperativas frenó la avanzada del gobierno macrista.
Ante un nuevo contexto, siempre dentro de la falta de acceso a viviendas y a una vida digna para todos y todas, las trabajadoras/es de Solis 693 siguen resistiendo sin treguas y con la mente fija en lo que les corresponde: "con la necesidad de la gente no se tiene que jugar", manifestaban.

No hay lucha sin colores. Las "perlitas" del conflicto

El día del incendio los bomberos que no tenían agua, aprovecharon el zarpazo y rastrillaron las casas llevándose algún que otro suvenir.
La primera alma solidaria que se acercó al conflicto fue la abogada Susana Frias, que ante la opulencia de las familias que ya estaban viviendo en la calle, decidió aportar con su granito de arena. En menos de lo que tarda en inundarse una calle en Capital Federal, la Sra. Frias se llevó $9000 de las/os trabajadoras/es de Solis, y los dejó lavando los platos.
Carpa para todos! No se organizan para pelear por sus derechos, pero un grupo de vecinos de Monserrat decidió armar barricadas y hacer piquetes para que desalojen las carpas suites que al parecer, molestaban.
Esperando a Bergolio! Omar Eduardo Binachi(Instituto de la Vivienda de CABA), Jorge Adolfo Avila Herrera(Desarrollo Social de GCBA) y la Jueza Servine de Cubria le rezarán al Papa todo el fin de semana para ver si así alguien les da una vivienda a esta gente. El art. 14 bis de la Constitución Nacional, dicen, no tendría validez en el paraíso.

Los subsidios no son negocios!
Resolución del conflicto, y viviendas dignas YA para las 80 familias de Solis 693!
Solidaridad de todas/os las/os compañeras/os para seguir sosteniendo esta lucha!

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