Pese a todas las encuestas realizadas en la provincia indicando que el 80% de Córdoba se opone a la instalación de la planta transgénica de Monsanto, y al rechazo de científicos y expertos mediante la desaprobación de estudios de impacto ambiental, y aunque las tasas de cáncer siguen aumentando por culpa de los agrotóxicos, el gobernador De la Sota traicionó a su electorado aprobando la ley para Monsanto.
Hace pocos días más de 10.000 cordobeses marcharon contra Monsanto una jornada entera en las principales calles de la provincia, pero De La Sota no responde al pueblo sino al sionismo. La Ley aprobada por De La Sota y el radicalismo abre camino para la instalación de la planta transgénica de Monsanto en Malvinas Argentinas.
De La Sota y medios de comunicación financiados por Monsanto insisten en politizar un problema relativo a la salud y soberanía alimentaria argentina, relativizando el rechazo concreto de profesionales y la evidencia científica.
La prensa corporativa habla de "encapuchados, militantes de izquierda y ambientalistas" para sectorizar y aislar un reclamo legitimo de la sociedad ante la opinión pública, principalmente la de Buenos Aires, donde la mayoría de los habitantes ignoran la realidad y posiblemente confundan a Monsanto con un personaje religioso. Familias y trabajadores informados de todos los estratos sociales se oponen a la instalación de la planta transgénica de Monsanto en Córdoba, no hay encapuchados, no son "militantes de izquierda" sino militantes por la salud y soberanía de la Patria.
La nueva ley fue una iniciativa de la corporación Monsanto que ordenó presentarla como propia al gobernador José Manuel de la Sota, quien se apresuró a violar la voluntad del pueblo enviando el proyecto a la Cámara previamente sobornada para evadir las críticas por la intención de la empresa Monsanto (amiga de Cristina Kirchner y Clarín) de instalarse en la localidad Malvinas Argentinas, vecina a la Capital provincial.
De La Sota, que gobierna para Monsanto y no para Córdoba, prepara nuevas estrategias para continuar defendiendo a esta corporación extranjera y burlarse de los derechos y libertades civiles de los ciudadanos argentinos.
En Twitter De La Sota mintió a sus seguidores: "Se decían ambientalistas..Eran un grupo violento y fanático. Agredieron, rompieron, dañaron... Merecen unánime repudio. ¡Eso no es Córdoba!".
1) La ciudadanía de Córdoba no se auto-denomina ambientalista sino consciente y preocupada por el aumento en las tasas de cáncer y otras enfermedades que produce Monsanto.
2) Los que rompieron dañaron y reprimieron fueron encapuchados de De La Sota, el Kirchnerismo y la policía de Córdoba, cuando atacaron hombres mujeres y niños en el acampe de protesta frente a la construcción de la planta ilegal de Monsanto en Malvinas Argentinas.
De La Sota emitió otra burla a su electorado en Twitter al agregar: "Triunfo de la democracia cordobesa: se aprobó por votación unánime del PJ, UCR y Frente Cívico la Ley de Convivencia Ambiental". (Lo cual podría traducirse en: "¿Recuerdan de toda la gente que les dije que no servía en las elecciones? Bueno resulta que ahora estamos trabajando juntos para Monsanto")
Por supuesto, los legisladores de Córdoba representan a Monsanto, Monsanto financió sus campañas y mucho más.
A estos funcionarios no les importa ni la gente, ni la UCR, ni el Frente Cívico ni absolutamente nada más que engordar los bolsillos respondiendo como buenos perros falderos al sionismo internacional.
Laura Cohen
BWN Argentina
Hace pocos días más de 10.000 cordobeses marcharon contra Monsanto una jornada entera en las principales calles de la provincia, pero De La Sota no responde al pueblo sino al sionismo. La Ley aprobada por De La Sota y el radicalismo abre camino para la instalación de la planta transgénica de Monsanto en Malvinas Argentinas.
De La Sota y medios de comunicación financiados por Monsanto insisten en politizar un problema relativo a la salud y soberanía alimentaria argentina, relativizando el rechazo concreto de profesionales y la evidencia científica.
La prensa corporativa habla de "encapuchados, militantes de izquierda y ambientalistas" para sectorizar y aislar un reclamo legitimo de la sociedad ante la opinión pública, principalmente la de Buenos Aires, donde la mayoría de los habitantes ignoran la realidad y posiblemente confundan a Monsanto con un personaje religioso. Familias y trabajadores informados de todos los estratos sociales se oponen a la instalación de la planta transgénica de Monsanto en Córdoba, no hay encapuchados, no son "militantes de izquierda" sino militantes por la salud y soberanía de la Patria.
La nueva ley fue una iniciativa de la corporación Monsanto que ordenó presentarla como propia al gobernador José Manuel de la Sota, quien se apresuró a violar la voluntad del pueblo enviando el proyecto a la Cámara previamente sobornada para evadir las críticas por la intención de la empresa Monsanto (amiga de Cristina Kirchner y Clarín) de instalarse en la localidad Malvinas Argentinas, vecina a la Capital provincial.
De La Sota, que gobierna para Monsanto y no para Córdoba, prepara nuevas estrategias para continuar defendiendo a esta corporación extranjera y burlarse de los derechos y libertades civiles de los ciudadanos argentinos.
En Twitter De La Sota mintió a sus seguidores: "Se decían ambientalistas..Eran un grupo violento y fanático. Agredieron, rompieron, dañaron... Merecen unánime repudio. ¡Eso no es Córdoba!".
1) La ciudadanía de Córdoba no se auto-denomina ambientalista sino consciente y preocupada por el aumento en las tasas de cáncer y otras enfermedades que produce Monsanto.
2) Los que rompieron dañaron y reprimieron fueron encapuchados de De La Sota, el Kirchnerismo y la policía de Córdoba, cuando atacaron hombres mujeres y niños en el acampe de protesta frente a la construcción de la planta ilegal de Monsanto en Malvinas Argentinas.
De La Sota emitió otra burla a su electorado en Twitter al agregar: "Triunfo de la democracia cordobesa: se aprobó por votación unánime del PJ, UCR y Frente Cívico la Ley de Convivencia Ambiental". (Lo cual podría traducirse en: "¿Recuerdan de toda la gente que les dije que no servía en las elecciones? Bueno resulta que ahora estamos trabajando juntos para Monsanto")
Por supuesto, los legisladores de Córdoba representan a Monsanto, Monsanto financió sus campañas y mucho más.
A estos funcionarios no les importa ni la gente, ni la UCR, ni el Frente Cívico ni absolutamente nada más que engordar los bolsillos respondiendo como buenos perros falderos al sionismo internacional.
Laura Cohen
BWN Argentina
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