viernes, 10 de enero de 2014

El vicegobernador de Corrientes, Gustavo Canteros, rechazó la decisión anunciada por el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, de importar tomates como medida para bajar el precio del producto en las góndolas y expresó su solidaridad con los productores del sector hortícola.

tomate argentino

Por su parte, los productores hortícolas de Corrientes salieron a cuestionar la decisión, al considerar que medida perjudicará a los horticultores del nordeste argentino y sostuvieron que para producir más necesitan una ayuda del Gobierno nacional.
“Traer desde el exterior tomates o cualquier otro producto que se cultive en la Argentina es perjudicar al núcleo de nuestra economía que es la actividad primaria, porque los precios no suben por decisión de los agricultores o los ganaderos”, dijo el vicegobernador correntino.
Canteros consideró que el incremento del precio que pagan los consumidores “es consecuencia de una política viciada que ha ocultado los índices de inflación durante años”.
“Pensar que por comprar tomate a gran escala en Brasil vamos a obligar a los tomateros de Corrientes a bajar todavía más sus precios es no conocer la realidad de las unidades productivas, porque ante una política regresiva como la que propone la Nación lo que sigue no es una baja de los costos sino la desaparición de la actividad”, advirtió.
En tanto la Asociación de Productores Hortícolas de Corrientes salió a rechazar la medida anunciada por Capitanich, al sostener que no son los plantadores los que elevan los precios, sino que el valor en góndola se produce por los costos de la cadena de comercialización desde que el tomate sale de las chacras.
“El productor no es el que se está llenando de dinero, sino que el precio se fija por la oferta y la demanda y se incrementa con los costos de traslado y otros que aplican los comerciantes”, dijo José Soto, referente del sector.
El dirigente de los tomateros correntinos acusó al Gobierno de no asistirlos cuando el sector está en pérdida y consideró que por ello la producción no alcanza para satisfacer la demanda:
“Nadie nos ayuda cuando perdemos producción, nos arreglamos solos”, afirmó.
Actualmente, no se siente escasez de tomate en los comercios de Corrientes, donde el kilo del producto cuesta entre 9 y 15 pesos, aunque en invierno generalmente supera los 20 cuando las heladas complican la producción.

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