lunes, 30 de julio de 2012

Kunkel muestra su pérfida entraña.


Opiniones en Libertad 



para el Diario La Nacion

El diputado Carlos Kunkel, un kirchnerista de paladar negro y lengua filosa, parece divertirse con los silencios, las evasivas y las respuestas elípticas. Con gesto serio, sostiene que no existió una disputa entre la presidenta Cristina Kirchner y el gobernador Daniel Scioli, y desconoce un enfrentamiento entre el mandatario bonaerense y su vicegobernador, Gabriel Mariotto.
Pero, con una sonrisa cómplice, deja caer algunas definiciones e ironías que llenan de significado todos sus silencios. "Scioli puede ser un buen jefe de gobierno porteño", dice, durante una entrevista con LA NACIÓN, en la que no cierra la puerta a una reforma constitucional para habilitar una nueva re-reelección de la Presidenta. "El conjunto del peronismo va a decidir qué es lo más conveniente", sostiene.
-¿Está superada la disputa con Scioli? 
-No hubo disputa con Scioli. Lo que se estaba discutiendo era si, porque la provincia había errado en su estimación presupuestaria, la Nación tenía que buscar dinero adicional.
-Usted dijo que Scioli se había equivocado al decir que quería ser candidato a Presidente, a tres años de las elecciones. 
-Pero no lo asocié con la cuestión de los aguinaldos. Yo dije que no era momento de discutir eso, nada más. Scioli fue nuestro candidato a vicepresidente, desempeñó bien esa función, al punto que lo llevamos como candidato a gobernador.
-¿Pero él no es parte del mismo espacio? 
-¿Cómo que no? Es parte del peronismo.
-¿Y del kirchnerismo? 
-Yo no soy kirchnerista, yo soy peronista. Alberto Fernández fue el fundador del kirchnerismo, pregúntenle a él.
-Usted dijo que si Scioli quería ser candidato, tenía que ir a una interna. ¿No le gusta como candidato oficialista? 
-Si él decide ser candidato sin buscar consenso de los demás dirigentes, podremos decidir acompañarlo o presentar una alternativa.
-Mariotto apoyó un pedido de informes sobre publicidad? 
-[Interrumpe] Es incorrecto. Cuando se trataba la ley de reevalúo inmobiliario rural, una de las condiciones que formuló la oposición era acompañar el pedido de informes. Como pensamos que Scioli no cometió ninguna irregularidad, no vimos ninguna razón para que no se votara. Lo que nos llama la atención es que habiéndose cumplido el plazo, los funcionarios de Scioli no han cumplido con la obligación de brindar la información. Eso hace que la oposición diga algo que nosotros no creemos, que no se pueden mostrar las cuentas porque se han hecho gastos al margen de la ley.
-¿Y por qué el oficialismo nunca acompañó en el Congreso los proyectos de la oposición sobre publicidad oficial? 
-Cada uno evalúa ante cada situación si corresponde o no.
-Por no alinearse con el Poder Ejecutivo a Cobos lo cuestionaron. ¿No se lo puede cuestionar a Mariotto por lo mismo? 
-¿Qué es alinearse?
-Defender las decisiones del gobernador. 
-No, nosotros lo que defendemos son los programas de gobierno del peronismo, y a partir de allí podemos tener matices en la interpretación de cada una de las cosas. Pero no son gobiernos personales.
-¿Entonces Cobos no fue un traidor? 
-Los radicales fueron los que lo calificaron así. Si la UCR lo calificó así, yo tengo que respetar la decisión que tomó su partido.
-¿Cuándo debería definirse el candidato presidencial del oficialismo? 
-En 2015. No es que alguno nace con un hálito y por derecho divino tiene que ir ocupando cargos.
-¿Le gustaría que Cristina Kirchner busque otro mandato? 
-No creo que ella busque eso. Dentro de dos años y medio, el conjunto del peronismo va a decidir qué es lo más conveniente.
-¿No debería respetarse el límite constitucional? 
-No es una cuestión que merezca mi opinión pública ahora.
-En 2015 se termina el mandato de Scioli... 
-[Interrumpe] Yo creo que la ciudad de Buenos Aires también merecería un buen jefe de gobierno, con experiencia de gestión. Por ahí, Scioli puede ser un buen jefe de gobierno.
-¿Scioli, jefe porteño?
-¿Y por qué no? Era candidato cuando nosotros le pedimos que nos acompañara como candidato a vicepresidente.
-¿Lo está proponiendo? 
-No [se ríe], yo no lanzo la candidatura de nadie.
-¿Cómo ve el enfrentamiento de Moyano con el Gobierno? 
-Creo que se ha equivocado, pero tengo un gran respeto por su trayectoria y por lo que significó en el enfrentamiento al neoliberalismo.

Intimidades de un duro

- Como boquense, ¿está con Riquelme o con Maradona? 
-Por supuesto que prefiero siempre las actitudes que ha tenido Riquelme, con respecto a la dirigencia, a los hinchas y a los socios.
-¿En su casa se discute de política con su mujer [la senadora bonaerense Cristina Fioramonti] y con su hija Macarena [protagonista de la toma del Colegio Nacional de Buenos Aires]? 
-Así como en las familias de los empresarios se habla de negocios, de cómo ganar más plata y de cómo evadir impuestos, nosotros hablamos de cómo se podría mejorar la función pública.
-¿Qué siente cuando lo tildan de comisario político? 
-No creo que sea deshonroso. Si me dijeran que soy lobbista o que estoy en la función pública para buscar negocios particulares, eso sí me ofendería, porque no es cierto.
-¿Por qué se pelea tanto en las sesiones? 
-A veces son sesiones muy tediosas y hay que ponerles un poquito de salsa. Andá a preguntarles a los presidentes de bloque opositores si tienen algún problema conmigo.
-Mientras no reaccionen como Graciela Camaño [la diputada que le pegó un cachetazo]. 
-Hay que dejar que cada uno se exprese culturalmente de acuerdo con su formación.

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