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jueves, 12 de diciembre de 2013

MÁS APOYO OFICIAL PARA UN EX JUEZ ESPAÑOL ACUSADO DE REPRESOR Y AVALADOR DE TORTURAS DE MILITANTES.

ARGENTINA

Ministro de Trabajo Tomada y Baltasar Garzón firmaron convenio para reinserción laboral

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el ex juez español Baltasar Garzón, presidente de la Fundación Internacional Baltasar Garzón, firmaron un convenio para la reinserción de personas en tratamiento por consumo problemático de drogas y víctimas del delito de trata laboral. Garzón es un "niño mimado" del oficialismo argentino, que parece no querer enterarse de las múltiples acusaciones que pesan sobre el ex magistrado de la Audiencia Nacional Franquista española.

jueves, 28 de febrero de 2013

Cri$tina tiene nueva pareja!!!


EL QUE LE MUEVE EL ESTOFADO A LA REINA

 
En España se habla de Cristina & Garzón La web mexicana Quién -vinculada al grupo editorial Expansión, que también tiene CNN México y CNN Expansión- sigue con atención las cuestiones que interesan a la llamada "prensa rosa", una suerte de Hola! digital, aunque más incisiva. En su más reciente edición aparece una curiosa nota, fechada en Madrid, España, acerca de la presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el ex juez español Baltasar Garzón. Cabe destacar que Garzón aterrizó en la Argentina por un tiempo, como asesor en la Cámara baja del diputado Remo Carlotto, hijo de la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Para el español, una flor. Se trata de un premio por su lucha a favor de los derechos humanos. (Foto: Archivo Quién) por VERÓNICA CALDERÓN MADRID (Quién). Baltasar Garzón, el juez español que consiguió imputar a Pinochet por delitos contra la humanidad, que persiguió a los torturadores de la dictadura argentina y que intentó hacer lo mismo en su país, España, con el legado del general Francisco Franco (solamente para toparse con pared), se ha establecido en Argentina desde su inhabilitación en 2012. Su carrera en defensa de los derechos humanos le llevó a tener una especial simpatía con el gobierno argentino, que desde la presidencia del fallecido Néstor Kirchner ha hecho de la memoria histórica una de sus banderas. Por ello no sorprendió a muchos que desde su inhabilitación -ocasionada por haber ordenado grabaciones ilegales contra algunos de los acusados de la trama Gürtel, curiosamente uno de los escándalos de corrupción en la clase política que asola a España- Garzón decidiera exiliarse en el país sudamericano. Pero cuentan también que el juez, "que siempre ha sido muy faldero", según comenta un experimentado periodista español experto en tribunales, tiene más razones para estar encantado con Argentina. De hecho, con una argentina: la viuda más famosa del país. El amorío con Cristina Fernández de Kirchner no es el único que Garzón ha mantenido durante su estancia en ese país ("ha salido con una brasileña y con una colombiana", comenta la misma fuente), pero sí es "el más intenso". El encuentro de dos personalidades tan fuertes devino en pasión instantánea. Desde queGarzón fue invitado de honor en la toma de posesión de Fernández en diciembre de 2011, se ha convertido en un asistente frecuente a los eventos de la Presidencia. La propia presidenta le entregó su carnet de identidad argentino en noviembre pasado. La pregunta que se hace todo el mundo es si el affair "va en serio". Es decir, si la pareja decidirá salir del armario heterosexual. Cada vez más voces apuestan a que sí.

jueves, 1 de marzo de 2012

OTRA VEZ LLEGA GARZON A BUENOS AIRES.

ARGENTINA

Garzón y los intelectuales de izquierda

por Katu Arkonada, Alberto Pradilla, Ricardo Bajo et al.

Baltasar Garzón, extitular del Juzgado de Instrucción Central número 5 de la Audiencia Nacional, continuación del TOP (Tribunal de Orden Publico) franquista, y responsable de instruir los casos de terrorismo en el Estado Español, ha sido condenado por el Tribunal Supremo a 11 años de inhabilitación en la carrera judicial por un delito de prevaricación, debido a la orden de realizar escuchas ilegales a los abogados de los imputados en prisión preventiva por el caso Gürtel, trama de corrupción ligada al Partido Popular. En el segundo de los juicios en el que estuvo procesado, el referido a las diligencias en torno a las víctimas del franquismo, el ya exjuez Garzón ha sido absuelto por el Tribunal Supremo mediante una sentencia adoptada por mayoría de seis a uno. Tampoco podemos olvidar que Garzón tiene un tercer procedimiento abierto en el mismo Tribunal Supremo por cohecho y prevaricación, debido a los patrocinios que pidió (y obtuvo) a grandes multinacionales y bancos españoles, para financiar sus conferencias y un seminario sobre terrorismo en la Universidad de Nueva York.
Como respuesta a la sentencia, hemos leído con sorpresa pero también con cierta preocupación el pronunciamiento de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad titulado ?Contra la impunidad franquista?1. Sorpresa porque, mientras que en el citado documento se reconoce que Garzón cerró diarios y coartó las libertades del pueblo vasco, se protesta por su condena de 11 años de inhabilitación. Preocupación porque, como militantes de izquierda e internacionalistas que somos, pensamos que no vale cualquier argumento, mucho menos la defensa de un personaje como Baltasar Garzón, para denunciar el fascismo imperante en el Estado Español y el intento de sepultar de nuevo a las víctimas del franquismo. Mucho menos si esta defensa la realizan compañeros y en muchos casos amigos, de la izquierda latinoamericana y europea con los que hemos compartido innumerables eventos, foros, reuniones y publicaciones.

En Euskal Herria, un pueblo milenario que lucha en defensa de su identidad y que no quiere otra cosa más que poder decidir libremente su futuro, conocemos mejor que bien a Garzón. Algunos hemos sido detenidos en aplicación de sumarios por terrorismo instruidos por este juez y hemos pasado por su despacho después de días de tortura por parte de la Policía Nacional en aplicación de la llamada ley antiterrorista, tortura amparada y legitimada por el propio magistrado, que nos ha visto sentarnos frente a él en pésimas condiciones físicas y mentales. Esto no es más que una gota en un océano. A las cientos de personas que Garzón ha enviado a prisión sin más pruebas que declaraciones autoinculpatorias obtenidas bajo tortura, se le suman el cierre del diario Egin y la ilegalización de numerosas organizaciones que trabajaban en diversos ámbitos, desde el movimiento juvenil, a la defensa de la lengua vasca o de los derechos de las y los prisioneros políticos.

Pero no solo eso. En el País Vasco tenemos la legitimidad necesaria para reivindicar la memoria de las víctimas del franquismo, pues son más de 6000 personas vascas las ejecutadas en los meses y años posteriores al alzamiento militar antidemocrático y fascista del 18 de julio de 1936. Según datos del historiador Iñaki Egaña, son 37930 los niños y niñas vascas que tuvieron que exiliarse durante la dictadura franquista, muriendo muchos de ellos en lugares tan alejados como Siberia, mientras más de 100 mujeres vascas eran ejecutadas y numerosas de ellas violadas. No en vano, el pueblo vasco alumbró el nacimiento de la organización político militar Euskadi Ta Askatasuna (ETA), que permitió que el franquismo no se perpetuara, ejecutando al sucesor de Franco, el comandante Carrero Blanco. Conocemos muy de cerca el sufrimiento causado por el franquismo, dictadura que no permitía siquiera hablar nuestra lengua, el euskara, el idioma más antiguo de Europa, o mostrar la ikurriña, nuestra bandera.

Sin embargo, convertir a Garzón en un símbolo es un error. Es cierto que la impunidad con la que se mueve todo lo que tiene que ver con los crímenes franquistas nos demuestra que si el sistema tiene que apartar a un lado a uno de sus jueces estrella (juez convertido en estrella por su protagonismo en los aparatos represivos del Estado como ariete contra la disidencia vasca) para que no desentierre los crímenes franquistas, lo hace sin dudar. Pero, curiosamente, los juicios contra Garzón siguen de nuevo girando en torno a la figura megalómana del superjuez, que no olvidemos que en las elecciones de 1993 fue numero 2 del PSOE, el partido cuyos dirigentes crearon los paramilitares Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y no en una reivindicación de la memoria de las víctimas del franquismo, cuyos familiares tienen todo nuestro respeto y comprensión.

Pensamos que tanto la izquierda española, como los intelectuales comprometidos en América Latina y Europa, no necesitan apoyarse en un violador de los derechos humanos para enfrentar a una derecha española que tiene en estos momentos los Aparatos Ideológicos del Estado a su servicio contra cualquier posición crítica desde la izquierda. No podemos caer en la trampa de un sector de izquierda que se erige ahora en defensora de los derechos humanos pero nunca levantó la voz cuando en Euskal Herria se violaban diariamente los derechos tanto individuales como colectivos, cuando se intervenían las comunicaciones entre presos políticos y sus abogados vascos, mismo delito por el que ahora han condenado a Garzón, o cuando todavía hoy en día decenas de miles de personas tienen restringidos sus derechos civiles y políticos y ni siquiera cuentan con un partido político que les represente porque Garzón ilegalizó las formaciones a las que votaban.

La falta de propuestas y alternativas programáticas no puede suplirse convirtiendo en adalid de la democracia a un juez torturador. La mal llamada Transición Española obligó a sepultar bajo un impenetrable manto de silencio los crímenes franquistas, obligando a la izquierda a capitular y reformarse si querían entrar en el club de la democracia. Sin embargo, haciendo nuestra la reivindicación de ?ni olvido ni perdón?, Garzón algún día tendrá que pagar por su complicidad en alimentar la maquinaria de la clase dominante, que es tan poderosa que en cuanto el superjuez se ha salido del camino marcado, no han dudado en sacrificarlo por el bien de su democracia.

Esperamos en ese sentido que los compañeros que esta vez han defendido a Garzón comprendan que no hay defensa posible de este personaje desde una ética de izquierda, y que si buscamos el esclarecimiento y la justicia para las víctimas del franquismo, es mucho mas útil el trabajo en torno a planteamientos claros, contundentes e irrenunciables de Verdad, Justicia y Reparación, entendiendo como nos lo explican los compañeros de Ahaztuak 1936-19772 que estas tres máximas no sólo atañen a los responsables del régimen franquista y de sus crímenes desde 1936 hasta 1977, sino también a los que desde diferentes estamentos han sido responsables hasta el momento actual día del modelo español de impunidad cuyas contradicciones refleja hoy día el enjuiciamiento del juez Baltasar Garzón.

En recuerdo y homenaje a los cientos de torturados y represaliados políticos encausados por el juez Garzón

También firman esta nota Alberto Pradilla (Euskal Herria), Ricardo Bajo (Bolivia), Alejandra Santillana (Ecuador), Juan Contreras (Venezuela), Marco Santopadre (Italia) y Aníbal Garzón (Catalunya).