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domingo, 25 de mayo de 2014

Scioli y Granados hablando pavadas.

política

El gobernador Daniel Scioli sostuvo hoy que “estamos volcando nuestros mayores esfuerzos para que nuestra gente viva en paz”, durante una conferencia de prensa que brindó junto al ministro de Seguridad, Alejandro Granados, en la que presentó el primer balance con los resultados de los 45 días desde que se declaró la Emergencia Pública en Seguridad.

Scioli expuso las medidas adoptadas en materia de Seguridad y Justicia desde que se efectivizó la Emergencia Pública, como los 18 mil procedimientos preventivos y proactivos; 13 mil delitos esclarecidos; 164 enfrentamientos; 35 delincuentes abatidos, y la reducción del 21 por ciento (de 4.300 a 3.400) en asaltos.

Enumeró también que se secuestraron más de 1.500 armas, y el saldo de más de 15 mil personas puestas a disposición de la Justicia, así como los más de 1.500 procedimientos contra el narcotráfico. Puntualizó además que la Policía realizó 123 operativos de prevención de motochorros, con un total de 333 aprehendidos, 121 motos expropiadas en esa modalidad, y 73 armas incautadas de los acompañantes de los conductores.

En la misma línea, Scioli resaltó su voluntad de “acercar la Justicia a la gente y la gente a la Justicia”, al destacar la implementación de Juicios por Jurados, donde los ciudadanos convocados formarán parte de los jurados populares en juicios penales en la Provincia.

En la oportunidad, el Gobernador realizó un especial reconocimiento y valoró la “renovada vocación de servicio” de los 900 efectivos retirados que se incorporaron a la Fuerza de Seguridad, y que se sumarán a las tareas de prevención en las calles de distintos puntos de la Provincia.

Participaron además el secretario de Derechos Humanos, Guido Carlotto; y el jefe de la Policía de la Provincia, Hugo Matzkin, y el asesor general de Gobierno, Gustavo Ferrari.

martes, 13 de mayo de 2014

Argentina enferma de violencia.

Los obispos exhortan a trabajar por la paz en una Argentina enferma de violencia

Viernes 9 May 2014


Pilar (Buenos Aires) (AICA): La Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, exhortó hoy a trabajar por la paz en una Argentina “enferma de violencia” y consideró que “para construir una sociedad saludable es imprescindible un compromiso de todos en el respeto de la ley”. Tras advertir que “los hechos delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también en agresividad” y sobre “una violencia cada vez más feroz y despiadada provoca lesiones graves y llega en muchos casos al homicidio”. “Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena”, subrayó en una declaración dada a conocer en el marco de la 107ª Asamblea Plenaria que se desarrolla en Pilar y en donde participan un centenar de obispos.


La Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, exhortó hoy a trabajar por la paz en una Argentina “enferma de violencia” y consideró que “para construir una sociedad saludable es imprescindible un compromiso de todos en el respeto de la ley”.

Tras advertir que “los hechos delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también en agresividad” y sobre “una violencia cada vez más feroz y despiadada provoca lesiones graves y llega en muchos casos al homicidio”.

“Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena”, subrayó en una declaración dada a conocer en el marco de la 107ª Asamblea Plenaria que se desarrolla en Pilar y en donde participan un centenar de obispos.

El Episcopado afirmó que la corrupción tanto pública como privada es “un verdadero cáncer social, causante de injusticia y muerte” y lamentó que en el país se promueva con frecuencia “una dialéctica que alienta las divisiones y la agresividad”.

La declaración se titula “Felices los que trabajan por la paz” e incluye un llamado a rezar la 
Oración por la Paz de San Francisco de Asís el próximo 25 de Mayo, con motivo de la fiesta patria.

Texto completo

1. 
Como pastores del pueblo de Dios -del que provenimos y al que queremos servir- nos dirigimos a todos los miembros de la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad, para compartir nuestra mirada sobre un aspecto inquietante de la realidad nacional. Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina está enferma de violencia. Algunos de los síntomas son evidentes, otros más sutiles, pero de una forma o de otra todos nos sentimos afectados. Queremos detenernos a reflexionar sobre este drama porque creemos que el amor vence al odio y que nuestro pueblo anhela la paz. 
2. Son numerosas las formas de violencia que la sociedad padece a diario. Muchos viven con miedo al entrar o salir de casa, o temen dejarla sola, o están intranquilos esperando el regreso de los hijos de estudiar o trabajar. Los hechos delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también en agresividad. Una violencia cada vez más feroz y despiadada provoca lesiones graves y llega en muchos casos al homicidio. Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena.La reiteración de estas situaciones alimenta en la población el enojo y la indignación, que de ninguna manera justifican respuestas de venganza o de la mal llamada “justicia por mano propia”. La creciente ola de delitos ha ganado espacio en los diversos medios de comunicación, que no siempre informan con objetividad y respeto a la privacidad y al dolor. Con frecuencia en nuestro país se promueve una dialéctica que alienta las divisiones y la agresividad.

3. No se puede responsabilizar y estigmatizar a los pobres por ser tales. Ellos sufren de manera particular la violencia y son víctimas de robos y asesinatos, aunque no aparezcan de modo destacado en las noticias. Conviene ampliar la mirada y reconocer que también son violencia las situaciones de exclusión social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación, de precariedad laboral, de empobrecimiento estructural de muchos, que contrasta con la insultante ostentación de riqueza de parte de otros. A estos escenarios violentos corremos el riesgo de habituarnos sin que nos duela el sufrimiento de los hermanos. Todo lo que atenta contra la dignidad de la vida humana es violación al proyecto de amor de Dios: la desnutrición infantil, gente durmiendo en la calle, hacinamiento y abuso, violencia doméstica, abandono del sistema educativo, peleas entre “barrabravas” a veces ligadas a dirigentes políticos y sociales, niños limpiando parabrisas de los autos, migrantes no acogidos e, incluso, la destrucción de la naturaleza. Hemos endurecido el corazón incorporando estas desgracias como parte de la normalidad de la vida social, acostumbrándonos a la injusticia y relativizando el bien y el mal. Es creciente la tendencia al individualismo y egoísmo, de los cuales despertamos sobresaltados cuando el delito nos afecta o toca cerca. El Papa Francisco señala que “se ha desarrollado una globalización de la indiferencia...” (Evangelii Gaudium 54).

4. Pero no nos ayuda culpar a los demás. Para lograr una sociedad en paz cada uno está llamado a sanar sus propias violencias. Es necesario reconocer las diversas crisis por las que atraviesa la familia, que es la primera escuela de paz. En ella aprendemos la buena noticia del amor humano y la alegría de convivir. Muchos niños y adolescentes crecen solos y en la calle provocando el debilitamiento de los vínculos sociales. Esto también repercute en la escuela.
Episodios de violencia escolar se desarrollan ante la mirada pasiva de algunos hasta que es demasiado tarde. Muchos jóvenes ni estudian ni trabajan, quedando expuestos a diversas formas de violencia.

5. La corrupción, tanto pública como privada, es un verdadero “cáncer social” (EG 60), causante de injusticia y muerte. Desviar dineros que deberían destinarse al bien del pueblo provoca ineficiencia en servicios elementales de salud, educación, transporte. Estos delitos habitualmente prescriben o su persecución penal es abandonada, garantizando y afianzando la impunidad. Son estafas económicas y morales que corroen la confianza del pueblo en las instituciones de la República, y sientan las bases de un estilo de vida caracterizado por la falta de respeto a la ley. A ello se agregan mafias del crimen organizado sin freno dedicadas a la trata de personas para la esclavitud laboral o sexual, el tráfico de drogas y armas, los desarmaderos de autos robados, etc.

6. Para construir una sociedad saludable es imprescindible un compromiso de todos en el respeto de la ley. Desde las reglas más importantes establecidas en la Constitución Nacional, hasta las leyes de tránsito y las normas que rigen los aspectos más cotidianos de la vida. Sólo si las leyes justas son respetadas, y quienes las violan son sancionados, podremos reconstruir los lazos sociales dañados por el delito, la impunidad y la falta de ejemplaridad de quienes tenemos alguna autoridad. La obediencia a la ley es algo virtuoso y deseable, que ennoblece y dignifica a la persona. Esto vale también para los reclamos por nuestros derechos, que deben ser firmes pero pacíficos, sin amenazas ni restricciones injustas a los derechos de los demás. Frente al delito, deseamos ver jueces y fiscales que actúen con diligencia, que tengan los medios para cumplir su función, y que gocen de la independencia, la estabilidad y la tranquilidad necesarias. La lentitud de la Justicia deteriora la confianza de los ciudadanos en su eficacia. Algunos profesionales suelen utilizar de modo inescrupuloso artilugios legales para burlar o esquivar la justicia: también esto es inmoral.

7. La cárcel genera en la sociedad la falsa ilusión de encerrar el mal, pero ofrece pocos resultados. El sistema carcelario debe cumplir su función sin violar los derechos fundamentales de todos los presos, cuidando su salud, promoviendo su reeducación y recuperación. Nos duele y preocupa que casi la mitad de los presos no tenga sentencia. La mayoría de ellos son jóvenes pobres y sin posibilidades para contratar abogados que defiendan sus causas. Ningún delito justifica el maltrato o la falta de respeto a la dignidad de los detenidos. Gracias a Dios algunos cumplen la palabra de Jesús: “Estuve preso y me visitaron” (Mt 25,36).

8. Nos estamos acostumbrando a la violencia verbal, a las calumnias y a la mentira, que “socava la confianza entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales” (Catecismo de la Iglesia Católica, 2486). Urge en la Argentina recuperar el compromiso con la verdad, en todas sus dimensiones. Sin ese paso estamos condenados al desencuentro y a una falsa apariencia de diálogo.

9. Estos síntomas son graves. Sin embargo, en el cuerpo de nuestra sociedad se encuentran también los recursos para afrontar el paciente camino de la recuperación. Todos estamos involucrados en primera persona. Destacamos, ante todo, el profundo anhelo de paz que sigue animando el compromiso de tantos ciudadanos. No hay aquí distinción entre creyentes y quienes no lo son. Todos estamos llamados a la tarea de educarnos para la paz.

10. Nosotros creemos que Dios es “fuente de toda razón y justicia” y que los peores males brotan del propio corazón humano. El vínculo de amor con Jesús vivo cura nuestra violencia más profunda y es el camino para avanzar en la amistad social y en la cultura del encuentro. A esto se refiere el Papa Francisco cuando nos invita a “cuidarnos unos a otros”. Jesús nos enseñó que “Dios hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos” (Mt 5, 45). No hay persona que esté fuera de su corazón. En su proyecto de amor la humanidad entera está llamada a la plenitud. No hay una vida que valga más y otras menos: la del niño y el adulto, varón o mujer, trabajador o empresario, rico o pobre. Toda vida debe ser cuidada y ayudada en su desarrollo desde la concepción hasta la muerte natural, en todas sus etapas y dimensiones. Jesús es nuestra Paz, en él encontramos Vida y Vida abundante. A Él volvemos nuestra mirada y en Él ponemos nuestra esperanza para renovar nuestro compromiso en favor de la vida, la paz y la salud integral de nuestra querida Patria. Jesús nos dice: “Felices los que trabajan por la paz…” (Mt 5,9). Muchos ya lo están haciendo. Hay destacables iniciativas en escuelas, parroquias, clubes, talleres artísticos y otras organizaciones de la sociedad. Los alentamos a seguir siendo instrumentos de paz. Exhortamos particularmente a la dirigencia a desarrollar un diálogo que genere consensos y políticas de estado para superar la situación actual.

11. La Virgen de Luján, presente en el corazón creyente de tantos argentinos y argentinas, nos anima y acompaña en nuestro empeño “…porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes…” (EG 288).

Los obispos argentinos
Pilar - 107 Asamblea plenaria
8 de mayo de 2014, Solemnidad de Nuestra Señora de Luján. +

miércoles, 7 de marzo de 2012

Convocatoria por Victimas del Ferrocarril en Once.


Jueves 8.
Capital Federal: 

Hora: 16:00

Lugar: Hall de estación ferroviaria de Once.

Motivo: Para no olvidar lo que sucedió.

Reseña: Trae lo que sientas que sea necesario para que te manifiestes en paz con arte (pinturas, papeles, instrumentos musicales, canciones, malabares, movimientos, etc. etc. etc.).

Convoca – Contacto: Pasajeros, víctimas y familiares de víctimas de TBA

miércoles, 15 de febrero de 2012

Basta de represión, ni una mina más Basta de represión, ni una mina más Basta de represión, ni una mina más.


CARTA DE LA UAC A LA PRESIDENTE



(AW) Reproducimos la carta de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC)  a la Presidenta de la Nación, frente a la represión de los pueblos que se oponen a la minería y a los tendenciosos comentarios de la primera mandataria con respecto a la lucha de ONGs en defensa de los recursos naturales. El jueves 9 de febrero, en el marco de un acto de inauguración, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se manifestó pidiendo un "debate responsable y en serio" sobre la minería en Argentina, y plantó un pseudo acto circense en el que un aparente minero ‘despolitizado' (luego devenido en experimentado militante político) reclama el deseo de "trabajar en paz". Este señor, llamado Armando Domínguez, es el actual presidente del Partido Justicialista de la localidad de Olavarría y secretario General del gremio que los nuclea, AOMA.

uac

Prensa Unión de Asambleas Ciudadanas inform a
14 de febrero de 2012
Carta Abierta de la UAC
Unión de Asambleas Ciudadanas
Respuesta de las Asambleas en lucha contra la Megaminería
a la Señora Presidenta de la Nación.

Y, según sabemos, hace 25 años que no se pone un casco. Aún así, fue presentado como un obrero común que trabaja en la industria del cemento, minería de canteras, la cual no tienen nada que ver con la megaminería metalífera a cielo abierto, a la que resisten las comunidades afectadas en el norte del país.
Desde el momento de esas declaraciones, algunas agrupaciones kirchneristas no han parado de comunicar una serie de falacias que, acompañadas por el ya conocido intento maniqueista de desviar los conflictos a posturas de blanco sobre negro, no hacen más que confundir los puntos focales del conflicto contra la megaminería en nuestro país.
Dado que la lucha de nuestros compañeros y compañeras dispuestos/ as en los cortes de las provincias de Catamarca, La Rioja y Tucumán continúa más vigente que nunca, y que somos concientes que luego de la represión violenta, las amenazas no merman, nos vemos obligados a responder a esta cascada de engaños provenientes de las fuerzas oficialistas.
Las consecuencias de implementar una actividad propia del extractivismo como la contaminación del agua y del aire, los daños a la salud humana y consecuencias socioambientales (desarticulación de las economías regionales, las migraciones, o el desempleo) son cuestiones serias que no han sido consideradas por el gobierno nacional y los gobiernos provinciales al momento de aceptar la instalación de estos proyectos. Las asambleas, en cambio, sí vienen teniendo ese debate serio que tanto se reclama desde hace años a través del trabajo reflexivo de los compañeros y las compañeras en los cortes, conversando con la comunidad, debatiendo en escuelas, lugares de trabajo, universidades y llevando adelante medidas de carácter institucional.
Es importante resaltar que se trata de verdaderas puebladas que, con sus propios cuerpos, sostienen la lucha por no ser contaminadas, negándose a brindar la licencia social a esos proyectos. Maestros, comerciantes, empleados públicos, niños y niñas, mujeres, ancianos y ancianas, estudiantes. Todos y todas se hacen presentes en esos cortes intentando que el debate serio sea dado desde todas las instancias posibles. En ningún caso, la presencia de ONGs transnacionales se encuentra detrás de aquellos que llevamos esta protesta, como están intentando instalar ante la opinión pública. Quienes resistimos al saqueo y contaminación de nuestros territorios, somos trabajadores/as, vecinos, ciudadanos, pueblos autoconvocados de modo horizontal y asambleario.
Con hechos como la implementación de la ley antiterrorista, en diciembre de 2011, y las acciones concretas de represión de las manifestaciones pacíficas en cada uno de los cortes realizados, el gobierno nacional no sólo demuestra una connivencia con los poderes locales y provinciales, con intereses mineros, sino que además muestra una iniciativa activa en el intento de acallar las posibles voces divergentes y las luchas sociales que buscan plantear un modelo de país más inclusivo y sostenible para sus habitantes, una sociedad donde los bienes comunes estén a disposición de una vida digna, saludable y sin explotación. La criminalización de la protesta social se viene llevando adelante no sólo de manera mediática (etiquetando a nuestros luchadores sociales con motes de ‘extremistas' o ‘irreflexivos'), sino también abriendo causas judiciales por delitos inexistentes, encarcelando a compañeros/as con delitos dibujados y reprimiendo con saña a mujeres, niños y hombres que se encuentran defendiendo los Bienes Comunes (mal llamados recursos naturales), que son patrimonio de todos y todas.
Estas luchas no comenzaron en el momento en que Clarín las mostró. Fueron los medios de comunicación alternativos quienes durante años las han mostrado y difundido. Los medios masivos sólo han caído, tal que paracaidistas, a mostrar un conflicto que, ya madurado, se encuentra en el momento de respuesta más agresiva por parte del gobierno. Es en este marco que los intentos de la política oficialista por transformar este debate serio sobre la megamineria, en una burda opereta que tendría como principales actores al gobierno y los grandes grupos mediáticos (que aparentemente inventan las imágenes de represión para "desgastar al gobierno nacional") caen rápidamente cuando observamos la realidad de los hechos. Más allá del oportunismo político de ciertos medios, más allá del sensacionalismo de ciertas coberturas que terminan banalizando nuestras luchas, las mismas son genuinas resistencias populares de larga data; expresan el carácter crítico de poblaciones enteras que se ven amenazadas por el saqueo de sus fuentes de agua, sus tierras y sus medios de vida, en un escenario de grandes asimetrías, donde el poder financiero de las corporaciones encuentra como aliados el clientelismo, la corrupción y la fuerza represiva del Estado en manos de gobiernos que han decidido gobernar para aquellas y donde las empresas periodísticas locales, usualmente funcionan como apéndice del aparato propagandístico de las mineras.
Señora Presidenta, no es serio llamar al debate cuando el oficialismo ha vetado sistemáticamente el funcionamiento de las comisiones de minería en el Congreso de la Nación, en el que ‘yacen' sin pena ni gloria un sinnúmero de iniciativas legislativas para modificar el actual régimen minero. No es serio asumir la defensa del actual régimen de minería transnacional a gran escala, monopolizada por grandes corporaciones extranjeras, exclusivamente orientadas a la exportación de materias primas sin procesamiento, con gravosos costos ecológicos, en nombre de un ‘proyecto nacional y popular'. No es serio, desde ese posicionamiento político-ideológico, sostener un régimen legal que expresa lo más rancio del consenso de Washington y el neoliberalismo de guerra impuesto por el Banco Mundial en toda América Latina en los '90, acá aplicado a rajatabla por el Menemato; no es serio hablar de ‘postneoliberalismo' cuando se da continuidad y se profundizan las increíbles prebendas que la legislación del menemismo (Ley 24.196 y correlativas) le otorgan a las grandes transnacionales mineras, hoy usufructuarias del agua y los minerales de nuestra cordillera. Señora Presidenta, no es serio hablar de ‘políticas de inclusión social' desde un modelo minero-extractivista con nulo impacto en el empleo y efectos negativos en la matriz energética y productiva del país. No es serio asumir la defensa de una ‘economía de enclave' en nombre de la ‘industrialización'. No es serio apelar irresponsablemente a sentimientos nacionalistas para embanderar la defensa de la soberanía y usarla en contra de quienes estamos también luchando contra las nuevas modalidades del colonialismo. En su discurso sobre Malvinas Ud. plantea que jamás escuchó "a ninguna ONG ni organización ambientalista hacer críticas al Reino Unido por lo que se está haciendo en las Malvinas". A nosotros nos llama muchísimo la atención que no haya nunca escuchado todo lo que hacemos contra la depredación por parte de la petroleras, sojeras y mineras, todas transnacionales, en el territorio nacional dentro del continente. Hemos denunciado que varias de las grandes corporaciones mineras que operan en nuestra cordillera forman parte de los mismos holdings empresariales que hacen exploración petrolera en Malvinas con la licencia de Gran Bretaña. Estamos reclamando la urgente restitución de nuestra soberanía energética, alimentaria e hídrica, hoy erosionadas y amenazadas en manos de grandes corporaciones transnacionales usufructuarias en última instancia del extractivismo petrolero, sojero, minero.
Tampoco es serio convocar al diálogo cuando de antemano se nos estigmatiza y se descalifica como interlocutores acusándonos a priori de ‘ignorantes', ‘fundamentalistas', o ‘pseudo-ambientalistas' que obedeceríamos a otros intereses.
NOS ACUSA DE FUNDAMENTALISTAS PORQUE DECIMOS ‘NO', PERO NO DECIMOS ‘NO PORQUE NO'. Tampoco le decimos ‘No' a toda actividad minera, sino a una modalidad específica de explotaciones: los mega-proyectos de minería transnacional a gran escala y extranjerizante. No somos fundamentalistas; tenemos fundamentos, que es distinto. FUNDAMENTALISMO ES DECIR ‘SÍ O SÍ'; ES IMPONER ESTE TIPO DE EXPLOTACIONES A TODA COSTA Y A COMO DÉ LUGAR, AÚN APELANDO AL USO DE LA VIOLENCIA, DEL SOBORNO, LA COOPTACIÓN, EL CLIENTELISMO Y LA REPRESIÓN. ESO ES FUNDAMENTALISMO MINERO. ES CERRAR LOS OJOS A LA REALIDAD DE LAS CONSECUENCIAS DE ESTE MODELO Y CERRAR LOS CANALES DE DIÁLOGO PARA CON LA PROPIA POBLACIÓN.
Es por todo esto que, vemos la actitud de la señora presidenta como una burla a los pueblos que decimos NO a la megaminería contaminante y saqueante.
Sí, estamos de acuerdo. Aunque no haya sido serio su llamado inicial, necesitamos ABRIR UN PROFUNDO Y SERIO DEBATE, AMPLIO Y DEMOCRÁTICO SOBRE LA ‘CUESTIÓN MINERA' CON TODO EL PUEBLO ARGENTINO. NECESITAMOS DISCUTIR QUÉ MINERÍA QUEREMOS, QUÉ MINERÍA NECESITAMOS, QUÉ MINERÍA ES POSIBLE. PERO ANTES, ES IMPERIOSO PARAR LA SANGRÍA ECOLÓGICA, ECONÓMICA Y POLÍTICA QUE SIGNIFICA EL ACTUAL RÉGIMEN MINERO. ES URGENTE SU MODIFICACIÓN.
Urge recuperar la Soberanía sobre nuestro territorio, sobre nuestros cerros, nuestras fuentes de agua y nuestros bienes ambientales no renovables. Urge recuperar la soberanía sobre el Estado y las instituciones de gobierno, hoy completamente colonizadas por las grandes corporaciones mineras. Urge parar la depredación y la represión como ‘política de estado'.
La lucha de las asambleas ha sido fruto de la colaboración, el trabajo, la reflexión y el esfuerzo de muchos hombres y muchas mujeres que, concientes del peligro que implica la presencia de estas megamineras transnacionales en sus territorios, han generado formas para defender lo más preciado que tenemos: nuestras tierras, nuestra agua y nuestra vida. Pueden intentar plantar un sinfín de mentiras. Sin embargo el espíritu de quienes luchamos sigue más fuerte que nunca, nuestra convicción de construir un mundo mejor para todos, se fortalece día a día y las ganas de seguir en las rutas, en las calles y en los oídos de la gente no merma.
UAC - Unión de Asambleas Ciudadanas
¡Fuera las mineras de nuestro país!
¡Fuera las transnacionales de todo el territorio nacional!
¡Basta de represión al pueblo que lucha!
¡No al estado de sitio en Andalgalá!
¡Ni una mina más!